lunes, 10 de febrero de 2020

Simulación de coronavirus

¿Te has preguntado cuál sería la respuesta global ante el brote de un hipotético coronavirus nunca antes visto? En octubre del año pasado funcionarios del gobierno, empresarios y expertos en salud pública se reunieron en Nueva York para intentar responder la inquietante pregunta a través de un escenario ficticio completamente simulado.
el apocalipsis
En retrospectiva, aquel ejercicio de entrenamiento resultó profético ante las inquietantes similitudes con el 2019-nCoV. El virus originado en Wuhan, China, que se ha propagando preocupantemente durante el mes de enero.
Tras varias horas de análisis, el equipo concluyó el ejercicio de simulación. Desafortunadamente, y a pesar de emplear todos los recursos a su disposición, el hipotético coronavirus terminó matando a 65’000,000 personas en el mundo.

Evento 201.

La colaboración entre el Johns Hopkins Center for Health Security, el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates tituló a esta simulación “Evento 201”. En este escenario, un coronavirus ficticio llamado CAPS empieza afectando a los cerdos en Brasil antes de pasar a los ganaderos, la vía que aparentemente siguió el 2019-nCoV que empezó en animales antes de afectar a la población.
En el Evento 201, el CAPS logró extenderse a lo largo de seis meses infectando a personas de todo el mundo. Transcurridos 18 meses, la cifra oficial de muertes alcanzó los 65 millones y se desató una crisis económica a escala global.
Los “controladores” de esta simulación eran expertos en salud de las Naciones Unidas y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, así como diversos académicos y representantes de la iniciativa privada. En otras palabras, hablamos de las mismas personas que probablemente se encarguen de elaborar un plan de respuesta global ante una pandemia real de coronavirus.
evento 201
Evento 201.
Por eso es que el devastador resultado del Evento 201 resulta tan preocupante. Sin embargo, los organizadores de la simulación aclaran que el propósito del proyecto no era promover el pánico. De hecho, era una especie de examen que les permitiría fortalecer debilidades y corregir errores, enfocándose tanto en el impacto potencial de una pandemia como en las brechas que padecemos en la preparación para afrontarla.
Al final de la simulación, elaboraron una lista con siete acciones que los líderes en el sector público y privado debían tomar para estar preparados ante un escenario como el Evento 201. Ahora, lo más preocupante es que si el 2019-nCoV alcanza el nivel de pandemia, probablemente sea demasiado tarde para evitar los millones de muertos que predijo la simulación.