El más reciente intento de producir una vacuna contra el virus del sida fracasó y los científicos dejaron de administrar las inyecciones experimentales en un importante estudio.
El estudio había inscrito a más de 5.400 personas desde el 2016 en Sudáfrica, un país con una de las mayores tasas de mortalidad por sida en el mundo. El mes pasado, los monitores examinaron el estudio y concluyeron que habían ocurrido 129 infecciones entre los vacunados, comparado con 123 entre aquellos que recibieron un placebo, dijeron los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
"Una vacuna es esencial para el VIH y es esencial para poner fin a la pandemia global y nosotros esperábamos que esta candidata a vacuna diese resultados. Lamentablemente, no fue así”, dijo el director de enfermedades infecciosas para los Institutos, doctor Anthony Fauci.
No hubo problemas con la seguridad, pero los NIH, que patrocinaron el estudio, acordaron que las vacunaciones debían cesar.
La vacuna experimental fue basada en una que ha mostrado ofrecer una protección modesta contra el sida y que fue 33% efectiva en Tailandia. Eso no fue suficiente para uso generalizado, pero les dio a los científicos un punto de partida. Los científicos fortalecieron la vacuna y la adaptaron a una variante del VIH que es común en el sur de África.
Otros dos estudios amplios, en varios países, están en curso, probando un enfoque diferente.