El coronavirus que apareció en la ciudad china de Wuhan probablemente se originó en serpientes, es lo que sugiere un artículo publicado el pasado 22 de enero en el Journal of Medical Virology. La enfermedad ha afectado a más de 1,200 personas en todo el mundo y al menos 41 pacientes han muerto al cierre de esta edición. El mundo entero está en vilo ante una posible pandemia.
La Organización Mundial de la Salud especifica que los coronavirus pertenecen a una amplia familia de virus: algunos son responsables por enfermedades muy conocidas en los humanos como el resfriado común, mientras otros generan cuadros más graves, como el infame SARS o MERS. Algunos de estos patógenos virales pueden transmitirse fácilmente de una persona a otra, mientras otros no.
Al analizar el código genético del coronavirus que apareció en Wuhan, denominado 2019-nCoV, los científicos determinaron que estaríamos ante una mezcla o recombinación de dos organismos: uno conocido por infectar murciélagos y otro coronavirus de origen desconocido. En un análisis más profundo a la estructura genética del microorganismo, los investigadores encontraron que afecta a las serpientes. Los hallazgos “sugieren por primera vez que la serpiente es el reservorio más probable entre todos los animales silvestres para el 2019-nCoV”, señala el artículo.
Wuhan: el lugar de origen del virus.
En la región de China donde se originó el brote, las serpientes más comunes son la Naja atra y Bungarus multicinctus. Además, los investigadores señalan que estas serpientes se vendían en el Mercado Mayorista de Frutos del Mar de Huanan, en Wuhan, donde aparecieron los primeros infectados en diciembre de 2019.
También se encontró que, como resultado de la recombinación genética, el 2019-nCoV presenta una alteración en una de sus proteínas virales que reconoce y se conecta a los receptores de las células huésped. Se trata de una habilidad esencial que permite al virus ingresar a las células, y un cambio en esta proteína específica pudo contribuir a que el coronavirus de Wuhan haya saltado de una especie a otra (de serpientes a humanos).
Los expertos pretenden seguir estudiando el virus para entender sus orígenes y desarrollar una vacuna