Médicos de la Universidad Johns Hopkins llevaron a cabo el primer trasplante mundial de pene y escroto a un soldado estadounidense que fue herido mientras prestaba servicio en Afganistán.
La intervención, que se extendió por 14 horas, fue realizada el 26 de marzo por un equipo de nueve cirujanos plásticos y dos cirujanos urólogos.
Hace unos años, el paciente (que prefiere mantener el anonimato), sufrió un trauma en los genitales cuando un artefacto explosivo artesanal explotó dañando dicha zona de su cuerpo. En la cirugía se implantaron el pene entero, el escroto sin testículos y parte de la pared abdominal que proceden de un donante fallecido.
El hombre también perdió los testículos en la explosión pero estos no fueron restaurados como parte del trasplante debido a que esto implicaba transplantar el tejido que generaría esperma con la carga genética del donador y los médicos consideraron que esto implicaría muchos cuestionamientos éticos.
"Nosotros simplemente sentimos que con eso había demasiadas preguntas éticas sin responder", dijo Damon Cooney, uno de los cirujanos que formó parte del equipo.
Los doctores dijeron que están esperanzados en que el paciente pueda orinar con su pene en las próximas semanas, y que eventualmente recupere la sensibilidad suficiente para lograr una erección.
La explosión no alcanzó la glándula prostática del paciente, pero como perdió los testículos no podrá eyacular.
Operaciones previas habían conseguido con éxito trasplantar solo un pene, por lo que agregar el escroto representa un avance para los cirujanos.
El primer trasplante de pene en el mundo tuvo lugar en China en 2006, pero luego fue removido debido a "un grave problema psicológico del receptor y su esposa", explicaron los médicos.
Con este suman cuatro transplantes de pene exitosos en el mundo. Dos de las cirugías se realizaron en Sudáfrica en 2015 y el años siguiente, una más en Estados Unidos.
Al respecto, el receptor declaró que "es una herida realmente muy dolorosa de sufrir, una herida que no es fácil de aceptar".