Esos animales que hoy conocemos como pulpos, con sus tentáculos repletos de ventosas, cuerpos extrañamente moldeables y rostro inusual, son seres muy interesantes. Se trata de ejemplares sumamente inteligentes, que pueden “ver” con otras partes del cuerpo además de los ojos, algunos con increíbles capacidades para “camuflarse” en el entorno y otros con habilidad para producir toxinas que pueden arrebatar la vida a un ser humano con suma rapidez. Si lo piensas bien, un pulpo presenta características que uno esperaría de un… alienígena, ¿no?
Seres de otros mundos.
Según dicha investigación, los antepasados de estos moluscos habrían viajado por el espacio en forma de huevecillos preservados criogénicamente hasta llegar a la Tierra, donde sufrieron un desarrollo acelerado hace unos 270 millones de años, en un periodo que se conoce como explosión cámbrica.
En dicho período aparecieron diversas formas de vida en nuestro planeta y una de las teorías que intenta dar explicación a esta “repentina explosión” de vida es la Panspermia, es decir, la suposición de que la vida se habría originado en otra región del universo y alcanzado la Tierra al viajar como polizón en rocas espaciales como asteroides, cometas y meteoritos que bombardearon la superficie de nuestro planeta en el pasado.
Dicho estudio, publicado en el periódico científico Progress in Biophysics and Molecular Biology, abarca este periodo de surgimiento de nuevas formas de vida en nuestro planeta – y aborda la complejidad de los pulpos que, cómo mencionamos al principio, son seres auténticamente sorprendentes.
Animales impresionantes.
Según explican los investigadores que participaron en el estudio, entre otros “superpoderes”, estos animales cuentan con un cerebro voluminoso y un sistema nervioso muy sofisticado, cuerpos de increíble flexibilidad, ojos poderosos, capacidad para alterar rápidamente su color hasta “desaparecer” del entorno y un sobrante de 33 mil genes respecto al genoma humano.
Y es que estas características no estaban presentes en otras formas de vida antes de la aparición de los pulpos en la Tierra. Y, dado que estos moluscos desarrollaron dichas características sumamente rápido – desde el punto de vista evolutivo, los investigadores sugieren que una posible explicación sería que, originalmente, los genes que otorgaron estas habilidades a los pulpos llegaron de otros planetas.
De forma más específica, proponen que esos genes necesarios para que los moluscos pudieran desarrollar sus capacidades arribaron a nuestro planeta a través de los huevecillos del pulpo (o incluso calamar) contenidos en rocas espaciales congeladas que se impactaron por estos lugares hace cientos de millones de años.
Sin lugar a dudas, la propuesta de estos científicos es muy audaz, sobre todo por que no se sabe cómo harían para demostrar que los pulpos tienen relación con seres de otros planetas. Lo curioso es que si nos vamos al ámbito de la ciencia ficción, resulta interesante darse cuenta que muchos personajes extraterrestres famosos parecen haber sido inspirados por la apariencia de éste y otros moluscos.