Hace algunos años, Reino Unido comenzó una labor que busca limitar el acceso de sus ciudadanos a los sitios de contenido sexual explícito; su primera medida fue establecer un filtro 'antiporno' que en automático bloquea estas webs.
Siguiendo con esta política, el gobierno lanzó una iniciativa cuyo principal objetivo es alejar a los menores de edad de los contenidos para adultos. Ahora, para poder hacer uso de una web porno, las personas deben acudir a un puesto de periódicos y comprar una tarjeta especial; algo así como las que ya se venden para comprar contenidos exclusivos en aplicaciones, videojuegos o servicios de streaming (sí, esas que venden en las tiendas de conveniencia).
Anteriormente se hablaba de la posibilidad de verificar la identidad de quien quisiera entrar a una de estas páginas; para hacer debería crear una cuenta para lo que le seríá solicitado nombre, dirección, fecha de nacimiento y número de teléfono; dichos datos serían enviados en automático al gobierno inglés que se encargaría de comprobar la identidad y edad de cada usuario.
Por supuesto, todo esto ha causado gran polémica pues las personas han dicho que la medida viola el derecho a la privacidad tanto en el ámbito de la sexualidad como de la identidad.
El 'pase porno' es una tarjeta con un código de 16 dígitos que valdrá 10 libras (266 pesos, aproximadamente); a él sólo podrán acceder personas que muestren una identificación que valide su edad. El código se usará para validar online el acceso a contenido erótico.
Aunque aún no está aprobada, la medida ha causado inquietud entre la gente que la considera poco efectiva pues una persona podría comprar más de un pase para luego revenderlo entre menores de edad.