Ya sea por la edad o gravedad en el cuadro clínico de un paciente, muchas veces la muerte resulta inevitable y los médicos tienen la penosa tarea de comunicar las malas noticias, algo que para muchos profesionales de la salud se vuelve algo común. Sin embargo, lo que no es para nada común son aquellos pacientes declarados clínicamente muertos que repentinamente vuelven a la vida, y aunque raros, estos casos resultan más inquietantes de lo que imaginas.
1 – El hombre que se despertó en su propio velorio.
En Zimbabue, un grupo de amigos y familiares daba el último adiós a un joven de 34 años llamado Brighton Dama Zanthe. En uno de los momentos más emotivos del velorio, cuando varios presentes se ofrecieron para cargar el ataúd, Zanthe se despertó completamente eufórico entre gritos aterradores.
Como era de esperarse, los presentes entraron en pánico y salieron corriendo creyendo que el muerto se había convertido en un fantasma que los perseguiría de por vida. Tras constatar que Zanthe seguía perteneciendo al mundo de los vivos, lo trasladaron a un hospital donde el joven se recuperó de la crisis nerviosa.
2 – La abuela que murió y despertó hambrienta.
Li Xiufeng, una anciana china de 95 años, fue encontrada “muerta” al interior de su hogar. Inmediatamente los familiares la trasladaron a un hospital, donde confirmaron que ya no presentaba signos vitales. Como lo marca la tradición, el velorio se llevó a cabo en la residencia de la propia muerta para que vecinos, familiares y amigos no tuvieran inconvenientes en asistir.
Para fortuna de esta mujer, el féretro no fue cerrado, lo que posibilitó su salida tras lo que describió como “un largo sueño”. La anciana simplemente se levantó del ataúd y se dirigió a la cocina. Al darse cuenta que el cuerpo de la muerta ya no estaba en el lugar, los presentes emprendieron una búsqueda por todos los rincones pues ya estaba todo organizado para el funeral.
Así fue que encontraron a Xiufeng frente a la estufa, preparando algo de comer pues aseguraba que cuando despertó fue invadida por el hambre. El personal médico se refirió a este caso como una “muerte artificial”.
3 – Un ataque cardíaco.
En Rusia, una mujer de casi 50 años llamada Fagilyu Mukhametzyanov fue declarada clínicamente muerta. Algunas horas después y ya en pleno velorio, la pobre se despertó dentro del ataúd y observó a sus seres queridos embargados por la pena. Al darse cuenta de la situación, al percatarse de que si no hubiera despertado la enterrarían viva, la mujer se vio invadida por el pánico y empezó a gritar.
Aquella sola idea le resultó tan aterradora a su mente que Fagilyu sufrió un ataque cardíaco y murió, en esta ocasión de forma definitiva.
4 – Regresando de la morgue.
Si ya parece sorprendente la historia de una persona que ha sido declarada muerta y repentinamente regresa a la vida, seguramente te resultará fascinante la historia de una abuela rusa declarada muerta en dos oportunidades que, de la misma forma, regresó en dos ocasiones al mundo de los vivos.
La primera vez que esta mujer, que debe estar por cumplir los 65 años, realizó una visita a la señora muerte demoró tres días (si, 72 horas) al interior de una morgue, y despertó pocos minutos antes de que su cuerpo fuera abierto para practicarle una autopsia.
Se trata de Lyudmila Steblitskaya, una anciana rusa que sufre de problemas en el corazón y que en octubre de 2012 tuvo su última muerte, aunque los médicos decidieron no declarar su muerte clínica por la evidencia previa, y tuvieron razón pues la mujer regresó a la vida en cuestión de horas.
5 – Un desenlace inoportuno.
El pequeño que aparece en la fotografía fue declarado muerto a causa de una neumonía en un hospital de la localidad de Belém do Pará, en Brasil, alrededor de las 7:40 de la tarde. Al recibir el cuerpo, la familia del pequeño rápidamente organizó un velorio en casa y decidieron velarlo con el féretro abierto.
Cuando el funeral de Kelvin Santos estaba a una hora de suceder, el pequeño se despertó, se sentó y preguntó “¿papá, puedo tomar un vaso de agua?”. Antonio Santos, el padre del menor, relató que todos los presentes empezaron a gritar y, a continuación, los testigos sugirieron que se trataba de un milagro, pero el niño volvió a recostarse y murió, otra vez.
La familia trasladó el cadáver de Kelvin al hospital más cercano donde lo tuvieron en observación durante más de una hora, pero no pudieron hacer absolutamente nada pues definitivamente el niño ya no estaba con vida.
6 – Atrapado en la morgue.
¿Te imaginas lo traumática que debe ser la experiencia de despertar al interior de una gaveta fría, cerrada y oscura en una morgue? A esta terrible experiencia tuvo que enfrentarse un hombre en África cuyos signos vitales se desvanecieron tras un grave ataque de asma.
Cuando lo declararon clínicamente muerto, la familia solicitó los servicios de la morgue que asistió de inmediato para preparar el cadáver del joven. Tras aproximadamente 20 horas de “muerte”, despertó y empezó a pedir socorro a gritos. Los empleados de la morgue quedaron pasmados creyendo que se trataba de un fantasma. Maqolo Ayanda, dueño del lugar, confesó que también entró en pánico pero no quiso mostrar debilidad a sus subordinados.
Eso sí, en lugar de abrir la gaveta y sacar el cuerpo Maqolo terminó llamando a la policía para solicitar ayuda. Los agentes arribaron a la morgue armados y para entonces ya se había congregado una multitud de personas, a la expectativa de que se abriera aquella gaveta donde residía el fantasma.
Cuando finalmente lo sacaron, el joven estaba completamente pálido pero con signos vitales. Lo trasladaron a un hospital, donde se mantuvo en observación, y tras algunos días le dieron el alta definitiva. La familia se enteró de que su muerto estaba con vida cuando llevaban a cabo los preparativos para el funeral.
7 – El instinto de unos padres.
La niña que aparece en las fotografías nació apenas a los seis meses de gestación y se declaró la muerte clínica toda vez que los médicos no encontraron signos vitales. Poco tiempo después encaminaron su cuerpo a la morgue y gracias a la insistencia de sus padres por ver a su hija nuevamente, hoy está con vida.
Tras más de 12 horas en la morgue, incluso ya dentro de una caja, la pequeña volvió a respirar y soltó el llanto. Afortunadamente, en ese preciso instante sus padres se encontraban a su lado.