En Grecia la Navidad se celebra el 25 diciembre para festejar el nacimiento de Jesús. Algunos días después, hay otra fiesta muy importante, el Bautizo de Jesús, que se celebra el 6 enero. Eso explica por qué las vacaciones de Navidad en Grecia comienzan el 24 de diciembre y terminan el 8 de enero.
Una de las tradiciones más viejas es cantar los “Kálanda”, o sea canciones y villancicos navideños de origen griego. El 24 de diciembre los niños pequeños se despiertan temprano y van de casa cantando y recitando. Las personas de las casas, los recompensan con frutas y un tipo de pequeños postres hechos para Navidad: los kourabiédes (galletitas cubiertas de azúcar).
También se destacan los duendes en Grecia denominados “kalikántzari”, pequeñas criaturas, aunque traviesas, que viven en las entrañas de la tierra y aparecen únicamente durante el periodo de los doce días que van desde el día de Navidad hasta la Epifanía.
Un aspecto diferenciado a destacar en la navidades griegas, son los pocos árboles de Navidad que se ven. Los griegos realizan unas asombrosas maquetas de madera con forma de veleros y allí es que cuelgan las tradicionales bolitas que todos vemos generalmente en los pinos nevados.
¿Por qué barcos navideños?
Hasta hace algunos años, el adorno navideño más común y tradicional en las casas griegas se trataba del «karaváki», un barco velero adornado con luces. En los viejos tiempos, los padres de familia estaban mucho tiempo en el mar y sus familiares los echaban mucho de menos sobre todo en Navidad y para recordarles, construían pequeñas maquetas de barcos y las adornaban con luces.
Fue a partir de los años 70 cuando se empiezan a ver los primeros árboles de Navidad en Grecia, haciendo que el «karaváki» perdiera mucho protagonismo. Hace unos años, los ayuntamientos de varias ciudades propusieron recuperar esa tradición, instalando en las plazas principales barcos iluminados y cada vez menos árboles de Navidad.
Estos barcos, se colocan tanto en las plazas de los pueblos como dentro de las casas, cerca de las chimeneas y con la proa apuntando hacia el centro del hogar.
Representan la profunda relación del país con el mar y también la alegría de las familias cuando los marineros regresan al hogar para celebrar las festividades tras meses embarcados.
El 1 de enero llegan los regalos, pero es de la mano de San Basilio.
Nota aportada por RUCKYNAVIDEÑO
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