Depende de lo que se entienda por “llorar”. La duda sobre si los bebés lloran mientras están en el útero surgió de unas imágenes de ultrasonido.
Y es que las expresiones faciales del feto coinciden con las de un neonato durante el llanto. Es a partir del sexto mes de gestación cuando la mujer empieza a sentir en el vientre los primeros movimientos del bebé. Las clásicas patadas o el hipo.
¿Los bebés lloran en el útero?
Precisamente en esta etapa es que la ciencia muestra interés por descubrir los gestos y progresos del bebé mientras se desarrolla en el útero. Ante nuevas posibilidades de investigación gracias a los avances tecnológicos, ¿podremos responder si los bebés lloran en el vientre de la madre? Aunque una mujer gestante no llega a percibirlo, la ciencia concluye que sí.
Gracias a las imágenes de ultrasonido, lograron observar a los bebés ejecutando movimientos faciales inherentes al llanto. Esto sucede incluso antes de que sus pulmones se llenen de aire por primera vez, inmediatamente después del alumbramiento. En 2005, la revista Archives of Disease in Childhood – Fetal and Neonatal Edition publicó un video donde aparece un feto con 8 meses de gestación.
En aquella grabación de ultrasonido observaron expresiones semejantes a las de un bebé llorando. Este “llanto” en el útero se produjo tras una estimulación sonora por parte de los investigadores. Específicamente, las imágenes revelaron al feto abriendo la mandíbula a lo ancho, retrayendo el mentón y haciendo grandes “exhalaciones” sucesivas. También levantó la cabeza y se inclinó hacia atrás, para terminar con temblores en la boca. De los 160 fetos observador durante la investigación, 10 manifestaron el mismo comportamiento.
Pero, ¿realmente los bebés lloran en el útero de la madre? Los expertos coinciden en que la respuesta a esta pregunta depende de la definición que se tenga de “llorar”. “Si usas el término para definir un ‘grito sonoro e inarticulado que expresa una emoción o sentimiento potente’, definitivamente los bebés no lloran antes del nacimiento”, especifica Nadja Reissland, psicóloga de la Universidad de Durham. Y es que inmersos en el líquido amniótico, la aspiración fuerte y capacidad para hacer vibrar las cuerdas vocales y producir llanto se complica.
Llanto gestacional.
Mediante tecnología de ultrasonido 4D, Reissland y compañía analizaron el desarrollo de las expresiones faciales en el feto durante el segundo y tercer trimestre de gestación. Eventualmente, en un artículo publicado en 2011 acuñaron el término “llanto gestacional” o “caras de llanto gestacional”. Entre la semana 24 y 35 de gestación es cuando empiezan a desarrollarse estas expresiones preliminares del llanto. Haciéndose más complejas a medida que avanza el embarazo, aunque tan sutiles que la madre no puede percibirlas.
Quizá los fetos no lloren en el útero, pero vaya que entrenan para el nacimiento. Un momento donde el llanto es el sonido más anhelado, pues indica que el bebé está vivo y, aparentemente, en buen estado. Por ahora, no es posible saber si los fetos pueden hacer vibrar sus cuerdas vocales o producir algún tipo de sonido mientras están en el útero. Aunque de ser así, probablemente no tendría fuerza suficiente para atravesar el líquido amniótico y llegar a oídos de la madre.
Otra cosa que la ciencia tampoco logró aclarar es si el llanto gestacional atiende a signos de malestar o dolor en el feto. Según la investigación encabezada por Reissland, las caras de llanto gestacional surgían sin estimulo alguno. Es decir, no se trataba de una respuesta a determinada situación. El objetivo del equipo que encabeza Nadja Reissland es aportar herramientas que permitan identificar problemas de desarrollo o salud en el útero. Por ejemplo, si las caras de llanto gestacional son la norma, la ausencia de estas expresiones podría significar algún tipo de dificultad. Finalmente, cabe mencionar que la ausencia de lágrimas es común en todos los fetos. Incluso en los recién nacidos, que empiezan a producirlas tras sus primeras cuatro semanas de vida.
Cortesia de el Pullitzer comunista
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