sábado, 20 de noviembre de 2021

Petra Herrera

 


Petra nació el 19 de junio de 1887 en San Pedro de las Colonias, Coahuila. 

Tenía 24 años cuando se le metió la idea en la cabeza de entrarle a la  revolució. Ni más ni menos que a las filas de Pancho Villa, pero no quería entrar como cocinera o enfermera, ella quería participar en las batallas, tener su carabina y jugarse la vida. 

Una mañana cortó sus hermosas y gruesas trenzas, se vistió de hombre y se  alistó en las filas de Villa con el  nombre de “Pedro Herrera”.

Petra, o Pedro Herrera, participó en  varias batallas sobresaliendo por su arrojo y valentía. En la toma de Torreón de 1914  Petra fue de las tropas de vanguardia y según el oficial villista Cosme Mendoza Chavira: “apagó las luces de la población al entrar a Torreón”.

En la toma de  Zacatecas Petra fue herida en una pierna, los doctores que la atendieron le informaron que tenían que amputar la pierna, Petra con pistola en mano los amenazó con matarlos si se atrevían a cortarle la "pata", afortunadamente para los doctores las curaciones que le hicieron salvaron la pierna de Petra y la vida de ellos. 

Petra se ganó el reconocimiento de la tropa por su valentía, por su liderazgo y su carisma, fue entonces que decidió vestirse de nuevo con faldas y decir la verdad: era mujer y  su verdadero nombre era Petra. Sus compañeros en verdad se sorprendieron,  la elogiaron pero no le concedieron ningún rango como lo merecía. 

Ante este despreció Petra decidió dejar las tropas de Villa y crear una brigada  de mujeres que como ella querían luchar en el frente.  El batallón de Petra  estaba  formado por aproximadamente un millar de mujeres revolucionarias. En su campamento por las noches no se permitía el paso a varones, por lo que le disparaban al que se atreviera a pasar el mismo sin previo aviso.

Fue gracias al mérito de las soldaderas de Petra que en mayo de 1914 se logró la toma de Torreón, donde los villistas tomaron una base militar de Porfirio Díaz. Petra solicitó reconocimiento de “generala” pero  sólo le extendieron el de coronela. 

Petra después actuó como  espía de los 

carrancistas en Chihuahua, y en una cantina, en Jiménez, recibió tres balazos, que ocasionaron su muerte. El cuerpo de Petra fue enterrado así como su historia. 

Hay quienes afirman que el olvido histórico de Petra es responsabilidad del mismísimo Villa, que decidió simplemente ocultar su participación en la revolución simplemente  por ser mujer.

María Herrera-Sobek en su análisis sobre los corridos mexicanos señala que muy pocos corridos  mencionan la valentía y liderazgo de mujeres en las batallas y uno de ellos se refiere a Petra Herrera durante el enfrentamiento con los porfiristas en la toma de Torreón por los maderistas el 13 de mayo de 1911. 

Algunos de los versos se refieren a ella como:


La valiente Petra Herrera

en el fragor del combate

aunque cayó prisionera

ni se dobla ni se abate.

La llevaron los rurales 

ante el general Lojero

y sin temores cervales

le dijo: ¡Viva Madero!

¡Que viva Petrita Herrera,

que vivan los maderistas,

que mueran con los pelones

los cobardes porfiristas!

Nuestro reconocimiento a Petra y a todas esas mujeres que no figuran en los libros de historia.

¡Viva Petra Herrera!




Nota cortesía de la abuelita Natus





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