lunes, 22 de noviembre de 2021

LA CASA ROJA DE MALINCHE




Coyoacán es uno de los barrios más tradicionales y hermosos que existen en la Ciudad de México. 

Es considerado el corazón de la cultura de la capital, además de contar con impresionantes edificaciones, algunas muy antiguas.

Coyoacán es reconocido porque ahí vivieron grandes personalidades del mundo artístico en México, como Diego Rivera y Frida Kahlo. 

Sin embargo, también han tenido su residencia en el lugar, otras personalidades destacadas de la historia del país, como la Malinche y Hernán Cortés.

Y es que en la calle que lleva el nombre de Higuera, en el número 57, de Coyoacán, hay una enorme casa de color rojo, en la que, se dice, vivió Hernán Cortés y La Malinche.

“Todos conocemos la calle de la Higuera. Mide no más de 200 metros de largo, y corre desde la casa de la Malinche, esquinada en la calle de Vallarta, hasta la de Allende, que bordea la plaza Hidalgo. 

Otra razón para suponer que fue la primera calle de México es observar su trazo y darse cuenta de que es una línea recta que conduce desde la casa de Cortés hasta lo que era su palacio de gobierno. (…) podemos ver con claridad el diario y breve recorrido en línea recta que emprendía Cortés de su casa al palacio, y viceversa.”

La enorme casa está muy cerca de la Plaza y la Iglesia de la Inmaculada Concepción, también conocidos como “La Conchita”.

Este es uno de los lugares más antiguos de Coyoacán y de la Ciudad de México en general, además de ser muy emblemático. La fundación de esta Plaza data del Virreinato.

Luego de que terminara la conquista de México-Tenochtitlan por parte de los españoles, Hernán Cortés se dio a la tarea de explorar toda la ciudad, y comenzar a adornar sus calles con edificaciones y templos de aspecto europeo. 

Una de las partes de la ciudad que más llamó la atención del conquistador fue Coyoacán. 

En este barrio capitalino aún se mantienen intactos los vestigios más hermosos de la época colonial.

En Coyoacán, Cortés mandó a construir la Iglesia de Santa Catarina y la de Juan Bautista, así como el Palacio de Ayuntamiento, que en realidad ocupó como su palacio personal.

La historia cuenta que Cortés fue cautivado por una mujer indígena, a la que se le conoce como La Malinche o Malintzin, quien primero ocupó el papel de su intérprete, y posteriormente se convirtió en su mujer.

Mujer que fue su escudo ya que le protegió de conjuras y fue además la lengua de la conquista.
La madre de México.💖



Ella adoptó el nombre de Marina, un nombre que adoptó tras su bautizo a la religión católica.

Maravillado por La Malinche, Cortés mandó a construirle una casa en Coyoacán. 

La mujer la quiso roja, con grandes jardines y cerca de una iglesia. 

Por esto, Cortés mandó a construir la Iglesia y la Plaza de la Inmaculada Concepción, para que fueran el templo y el parque frecuentados por su mujer.

Se dice que Hernán Cortés y la Malinche vivieron en esa casa entre los años 1521 y 1522.

La casa también es conocida como “La Casa Colorada”, es de paredes gruesas, bellos ventanales e icónicos barrotes. 

Hoy la casa, que sigue de pie, sirve como el recuerdo de la abrupta transición que ocurrió con la caída de Tenochtitlan. 

Esta casa representa el inicio del mestizaje, desde el punto de vista racial, hasta el cultural.

Hace algunos años, esta casa en Coyoacán fue habitada por los pintores mexicanos Rina Lazo y Arturo García Bustos. Con los sismos de 2017, la casa sufrió severos daños, y presentó grietas de más de dos centímetros en los muros, además de que las paredes se desmoronaban a consecuencia de la gran inclinación originada por hundimientos, agudizado por el continuo tránsito de camiones pesados.

“vemos que es una construcción no de muy buena factura, es rápida, como provisional, con lodo, piedra, adobe.

“Y ya en el siglo XVIII le pusieron el segundo nivel. En 1750, decía Luis Everard, que era el cronista de Coyoacán. 

Y como no le pusieron una cimentación, eso causó todos esos daños, pues la casa no estaba pensada para los movimientos telúricos.”

En 2019, la pintora Rina Lazo concedió una entrevista al medio Milenio, en donde declaró que ya no dormía en su habitación, pues se sentía más segura al otro extremo de la casa. 

En lo que fuera el taller de grabado de su esposo, el fallecido Arturo García Bustos, había un muro atravesado, de lado a lado, por una inmensa grieta. 

Sin embargo, Lazo comentó que se asignarían recursos para restaurar la casa gracias al apoyo del Programa Nacional de Reconstrucción 2019.

“Afortunadamente ese recurso va a salvar esta casa porque sigue hundiéndose: cualquier persona que pase por la banqueta de lado del jardín puede ver los desniveles que se están produciendo —indica la artista—. Este monto se destinará para recimentar la casa, es un trabajo muy caro que estará a cargo de Sitios y Monumentos”, declaró Lazo en aquella ocasión.

Rina Lazo mencionó en la entrevista que llegaron a vivir a esa casa, porque ella fue discípula de Diego Rivera, y su esposo fue alumno de Frida Kahlo, y quisieron estar cerca de sus maestros, por eso compraron ese hogar, que también perteneció a otras grandes figuras como José Vasconcelos.

“Cuando en agosto 2020 salió el recurso de Sitios y Monumentos, cuyo titular es Alfonso Balandrano, comenzaron los trabajos bajo las órdenes del arquitecto Pérez de Salazar el 1 de marzo de 2021, y la Conavi contrató a una empresa, Arquitectura Monumental, para hacer la recimentación. 

Fue un trabajo monumental. Lo hicieron de marzo a agosto, casi seis meses, en gran parte, la más afectada. Falta la mitad de la consolidación de los muros y de la esquina de Higuera y Vallarta, que van a tener que rehacer.”

Informa que a fin de año saldrá el recurso para la segunda etapa.

“Si no se hubiera hecho esta obra, en un próximo sismo la casa se caería.

El arquitecto Balandrano, entrevistado por la reportera Niza Rivera, refiere que se ha trabajado conjuntamente con la arquitecta Rina García Lazo y con la Conavi, pues la casa es una vivienda “y queremos que siga siéndolo, tiene un valor histórico y monumental muy grande, hemos destinado recursos necesarios para atender el problema principal, que es la cimentación.

“Es un trabajo complicado, pues los muros deben permanecer de pie, y hacer un trabajo de consolidación de este tipo es una obra de arte, de ingeniería; para ello han participado distintos especialistas, como del Instituto de Ingeniería de la UNAM encabezado por Roberto Meli. 

El trabajo en cimentación terminó y este año prevemos un apoyo adicional para poder hacer la restauración de muros y lozas, y terminar estabilización de estructuras y restaurar fracturas, grietas en muros y entrepisos, lo que dejaría la casa segura, habitable y para las siguientes generaciones. Llevamos 9 millones de pesos invertidos y este año invertiremos otros 5 millones de pesos.”

Conclusión:

Por decisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dado que se trata de una propiedad patrimonial de la nación, fue intervenida por Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura federal, cuyo titular es el arquitecto Arturo Balandrano, y Conavi 

Hoy por hoy, la Casa de La Malinche en Coyoacán es un predio colonial oficial, que sirve como el recuerdo de la abrupta transición que ocurrió con la caída de Tenochtitlán. 

Esta casa representa el inicio del mestizaje, desde el punto de vista racial hasta el cultural.



Cortesía del Enanito Cirquero


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