Realmente la madre naturaleza es sabia y jamás deja de sorprendernos; prueba de ello es lo que captó Fernando Cousin, bajo el lente de la cámara.
En uno de sus viajes por Chiapas, Fernando, fotografió a un pequeño habitante de una reserva indígena, con un color único de ojos, el cuál junto con el violeta es considerado el menos probable en el mundo.
El menor oriundo de San Cristóbal de las Casas, tiene el iris de tres colores, negro, gris y celeste, una combinación que además de sorprendente es muy rara de ver.
Cortesía del Gato P2P
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