jueves, 25 de noviembre de 2021

El taco árabe



 El taco árabe fue creado como una mezcla cultural por asirios caldeos que llegaron a Puebla en 1923, luego de que huyeron de su comunidad mesopotámica (lo que hoy conocemos como Irak) por una persecución debido a sus creencias religiosas, pues eran católicos ortodoxos. 

Zacarías Galeana (o Galiana) Antar y la familia Tabe, integrantes de una pequeña comunidad, llegaron a Puebla sin un empleo fijo. Inicialmente se dedicaron a vender dulces en una canasta, y a otras actividades informales que les permitieran establecerse, explica Zacarías Galeana Carrillo, uno de los herederos de esta mezcla culinaria.

Los migrantes, dispuestos a ganarse un lugar en el país mexicano, buscaron alternativas. Se inspiraron en platillos de origen árabe a base de carne asada - en forma vertical, lo que se conoce como trompo - de cordero, acompañado con verduras y con un pan conocido como pita.

Al comienzo -siguió el relato Zacarías Galeana- se dio permiso a los emprendedores, de vender sus productos frente a la Catedral, sin un negocio fijo, pues no tenían dinero para invertir en la renta de un local. Inspirados en lo que hicieron unos migrantes griegos, colocaron un trompo con carne de cerdo apilada, tal como se estilaba en Medio Oriente. Eligieron este animal y no el cordero, porque en México ha sido común el consumo de esta especie y por los costos. La condimentaron, le pusieron cebolla y la sirvieron, originalmente, en tortillas de maíz.

El éxito del platillo no se hizo esperar desde el año 1930. La gente pidió que tuviera picante, así que se mezcló chipotle con especias y vinagre, lo que causó un mayor gusto entre los poblanos. Esta salsa se hacía en molcajete.


Cortesía de Doña Natus



Aunque parecía solo una forma de sobrevivencia, dos cocinas se fusionaron y los años hicieron de los “tacos árabes” un platillo de origen poblano. 



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