Hace algunas décadas, el científico inglés James Lovelock propuso que la Tierra es un superorganismo autorregulado. Un sistema que, durante miles de años, ha propiciado condiciones favorables para la existencia de los humanos y otros seres vivos. A este supuesto se le conoce como hipótesis de Gaia, una especie de equilibrio que se ha interrumpido por acción del hombre. Situaciones como la dependencia de combustibles fósiles, deforestación y sobrepoblación podrían llevar a que nuestro planeta “contraataque”, según el propio Lovelock.
Con 102 años encima, James Lovelock hizo algunas predicciones sobre el futuro de la humanidad. Quizá la más inquietante es aquella donde sugiere que el planeta podría volverse en nuestra contra para exterminarnos. Considera que los humanos son responsables por alterar las condiciones de equilibrio que prevalecen en la Tierra desde hace miles de años. Y dada su naturaleza de superorganismo autorregulado, encontraría la forma de recuperar ese equilibrio, aunque eso suponga depurar a sus huéspedes.
¿Qué dice la hipótesis de Gaia?
Originalmente, Gaia es el nombre que los griegos otorgaron a la deidad que rescató al mundo del caos. James Lovelock propuso la hipótesis de Gaia en la década de 1960, cuando colaboraba para la NASA y la búsqueda de vida en nuestro vecindario cósmico recién iniciaba. El científico observó que la atmósfera terrestre difiere significativamente de las atmósferas presentes en otros planetas sin vida. Así, Lovelock construyó la hipótesis de que nuestro planeta y su biosfera son una especie de superorganismo. “La Tierra es más que nuestro hogar, es un organismo vivo del que formamos parte”, dijo alguna vez el científico inglés.
Verificar esta teoría científica supone un reto enorme, y hasta la fecha no existen conclusiones claramente definidas basadas en la hipótesis de Gaia. Para muchos es un argumento ambiguo, una especie de recurso literario cuando se habla de planetas. Sin embargo, la hipótesis tiene algunos adeptos entre la comunidad científica seria. Los partidarios de esta idea hacen énfasis en la existencia de un mecanismo de retroalimentación de los organismos vivos, mismo que mantiene el planeta habitable.
Por ejemplo, cuando se dispara el dióxido de carbono en la atmósfera, el planeta responde promoviendo el crecimiento de las plantas. Esto lleva a una reducción en los niveles del gas de efecto invernadero. El problema es que estos procesos son bien conocidos por la ciencia, y la explicación de los mismos ni siquiera toca la hipótesis de Gaia.
La propuesta de Lovelock resultó relevante al contribuir en el desarrollo de un abordaje sistemático para el estudio de la Tierra. Gracias a ella, empezamos a estudiar el planeta como un todo y no como un conjunto de partes independientes. En las últimas décadas del siglo XX, las ciencias de la Tierra se renovaron tras asimilar que los diversos elementos de un planeta no pueden estudiarse por separado. Por ejemplo, las tierras y los océanos forman parte de un todo que influyen mutuamente para mantener cierto equilibrio.
Las predicciones de James Lovelock.
Básicamente, el científico hizo énfasis en la necesidad de reducir la quema de combustibles fósiles. Los impulsores de las energías renovables llevan décadas esforzándose por reducir la contaminación. Sin embargo, un cambio abrupto a energías renovables originaría otro gran problema: una brecha energética mundial. Según Lovelock, la solución más factible pasa por construir más centrales nucleares que ayuden a superar esta transición y mantengan el equilibrio a escala global.
Irónicamente, en la última década el mundo, principalmente Europa, entró en un frenesí por el cierre de centrales nucleares. Tras el desastre de Fukushima y la divulgación de lo sucedido en Chernóbil, la energía nuclear se convirtió en un tema “tabú”. Mientras las comunidades temen a la radiación, Lovelock considera que los peligros se han exagerado.
También abordó los problemas de la deforestación y sobrepoblación en el planeta. Y advirtió que, sin soluciones rápidas y adecuadas, la Tierra podría convertirse en un planeta hostil para los humanos. ¿Cuál es tu punto de vista? ¿Tiene algo que aportar la hipótesis de Gaia o las Naciones Unidas deben continuar por el camino que llevan hasta ahora? Hasta donde sabemos, los planes para mitigar el calentamiento global no han funcionado. Incluso en aquellas predicciones más optimistas, las cosas se ven sombrías para la humanidad del futuro.
Cortesia de Ricky el loco de los blogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario