La historia de Angelique Cottin, mejor conocida como la “Chica Eléctrica”, se desarrolla mucho antes de la era moderna. En una época donde las historias publicadas por los periódicos catapultaban a la fama a completos desconocidos por multitud de razones. Cualquier individuo con un talento extraño podía capitalizarse para lograr, además de fama y fortuna, el reconocimiento del público. Aunque sólo fuera por un tiempo.
La breve historia de Angelique Cottin.
Así sucedió con Angelique, cuya fecha de nacimiento jamás se registró por los periódicos que la hicieron famosa. Se sabe que tuvo una infancia normal en el seno de una familia campesina que vivía en La Perrier, una pequeña aldea al noreste de Francia. Es probable que sólo recibiera educación básica, como sucedía con los habitantes rurales de su época.
Sin embargo, el 15 de enero de 1846 la vida de esta joven dio un giro de 180 grados. Alrededor de las ocho de la noche, Angelique Cottin se encontraba tejiendo acompañada por otras jóvenes de la aldea. Como describirían más tarde los reportes, el marco de roble en el que trabajaba la joven de 14 años empezó a sacudirse violentamente.
Alarmadas por el fenómeno, las jóvenes corrieron a contárselo a sus padres. Los escépticos adultos acudieron al sitio, pero el marco dejó de moverse. Las violentas sacudidas del objeto sólo se reanudaron cuándo Angelique se sentó cerca. Tratándose del siglo XVIII, los aldeanos supusieron que Angelique Cottin era víctima de una posesión. Y rápidamente sugirieron presentarla ante el sacerdote local para realizar un exorcismo.
Los poderes de Angelique Cottin.
Afortunadamente para la joven, la sensatez del clérigo prevaleció por encima de los temores comunitarios y descartó la intervención de fuerzas sobrenaturales. De hecho, el sacerdote se mostró interesado por averiguar lo que sucedía con Angelique. Al observarla atestiguó fenómenos muy extraños.
Por ejemplo, cada vez que Angelique intentaba sentarse en una silla, el mueble de madera se alejaba de ella. Y un simple toque de su mano parecía suficiente para repeler la mesa en que se encontraba. Intrigado por el fenómeno, el sacerdote sugirió a los padres de la joven visitar al médico local. Finalmente, la familia Cottin terminó en París, donde su hija Angelique sería examinada por los científicos.
Experimentos en París.
Entre los hombres de ciencia que analizaron el caso de esta joven se encontraba el físico François Arago, que ofreció su observatorio para realizar las pruebas. Junto con otros sabios, Arago practicó diversas pruebas y presentó su informe a la Academia de Ciencias de París. El reporte, donde se apoyaron los periódicos internacionales para cubrir el caso, llegó a las siguientes conclusiones.
Conclusiones.
Aparentemente, el lado izquierdo del cuerpo adquiría esa propiedad repulsiva que ocasionalmente se volvía atractiva. Al colocar un bolígrafo, hoja de papel o cualquier otra cosa ligera sobre una mesa, el objeto terminaba desplazándose cuando la joven acercaba (sin tocarlo) la mano izquierda. La misma mesa se volcaba en el momento que la joven la tocaba, aunque fuera a través de un hilo.
Como se observó desde el principio, cuando intentaba aproximarse a una silla, el mueble se alejaba de la joven con tal fuerza que cualquier persona sentada terminaba siendo arrastrada. Cierto día, un cofre sobre el que estaban sentados tres hombres se desplazó de la misma forma. En uno de los experimentos, dos hombres fuertes intentaron sostener la silla y el mueble terminó hecho pedazos.
En total, los investigadores hicieron 13 observaciones en el reporte, pero los párrafos anteriores resumen la conclusión general.
Angelique Cottin y el espiritismo.
François Arago descartó la electricidad y el magnetismo como explicación para lo que sucedía a Angelique Cottin. Finalmente, concluyó que el cuerpo de la joven generaba una fuerza “desconocida para la ciencia”. Otro erudito mencionó que “bajo ciertas condiciones, el cuerpo humano emite un poder físico que, sin medios visibles, puede levantar objetos pesados, atraerlos y repelerlos según la ley de la polaridad, o simplemente volcarlos”.
Para esa época, los médiums ya ganaban popularidad en Norteamérica y buena parte de Europa. Curiosamente, durante esas sesiones de espiritismo era común que reportaran muebles moviéndose o golpes extraños. Así, los periódicos encontraron lógico establecer un vínculo entre los poderes de Angelique Cottin y todo el fenómeno del espiritismo.
La sospecha de fraude.
Contra la recomendación de los propios científicos, los padres de Angelique vieron en la condición de su hija la oportunidad de sacar provecho económico. Al poco tiempo, la joven ya se preparaba para ejecutar un número frente a una audiencia que pagaba. Arago intervino y solicitó a la Academia pruebas más estrictas para llegar al fondo de lo que sucedía.
En respuesta, el organismo nombró a un comité formal de científicos para realizar una investigación a fondo. Y vaya comité que organizaron los franceses: junto a François Arago colaboró Henri Becquerel (el descubridor de la radiactividad y futuro premio Nobel), el zoólogo Isidore Geoffroy Saint-Hilaire, el físico Jacques Babinet, el médico Pierre Francois Olive Rayer y el psiquiatra Étienne Pariset. En aquella época, estos hombres no tenían nada que envidar a los Avengers.
En Jardin des Plantes, del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, el comité diseño una serie de pruebas para descartar cualquier posibilidad de fraude. Y para ese entonces los científicos se mostraron decepcionados por el supuesto poder de Angelique. El único fenómeno casi real que pudieron constatar era una silla moviéndose por la supuesta fuerza, tal y como atestiguaron los investigadores anteriores.
Angelique Cottin pierde sus poderes.
Pero el comité pedía algo más, y eso nunca sucedió. En el informe final señalaron graves sospechas sobre la forma en que sucedían los desplazamientos provocados por la joven. Dijeron que las observaciones los llevaron a descubrir que determinadas maniobras habituales ocultas en pies y manos resultaban en el efecto observado.
Decepcionados por que Angelique Cottin no logró repetir su anterior actuación, sin acusarla de fraude, concluyeron que perdió sus poderes. Suponiendo que los poderes de la joven regresarían en el futuro, se pusieron a disposición de la Academia para reanudar las pruebas. En el informe, el comité señaló: “pasaron muchos días desde entonces, pero el comité sigue sin recibir información. Sin embargo, sabemos que la Srita. Cottin se presenta a diario en los salones donde replica sus experimentos”.
Al final, recomendaron que “la información transmitida a la Academia respecto al tema de la señorita Angelique Cottin se considerara como nunca enviada”. Como científicos no podían acusar a la joven de un fraude, pero su conclusión no dejó lugar a dudas. Y allí terminó la historia de Angelique Cottin, la “Chica Eléctrica”.
Meses después, los padres de la joven anunciaron que sus poderes desaparecieron definitivamente y jamás se volvió a saber algo de la familia.
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