"Todo niño es un artista porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse..." Sir Ken Robinson (1950-2020). Escritor experto en educación y creatividad.
El desierto se quedó sin la prédica de Sir Ken Robinson y nos ponemos a pensar que tan ciertas eran sus palabras.
En 1981, con 31 años de edad, este británico alcanzó el grado de doctor con un trabajo que hablaba de la utilidad del teatro dentro del sistema educativo, esta idea se convertiría en el punto de partida sobre su defensa de las artes en un sistema educativo que consideraba a disciplinas como la música, el teatro y la danza, asignaturas menores. Tuvo que esperar 17 años más para que algún primer ministro pudiera tomarlo en cuenta.
Sus propuestas de cambio acabaron seduciendo al Gobierno laborista de Tony Blair, que en 1998 le encomendó el llamado Informe Robinson, que lo llevaría a brindar una conferencia magistral en el 2006 con el título ¿matan las escuelas la creatividad?
En aquella conferencia cuenta a modo de anécdota la historia de una niña que al fondo de la clase dibujaba en una hoja de papel; la profesora se acerca y le pregunta: ¿qué es? La niña contesta que es un retrato de Dios; la profesora le responde que nadie sabe qué aspecto tiene Dios a lo que la niña dice: Lo sabrán dentro de un minuto.
Con esta parábola, Robinson quería demostrar muchas lecciones. La primera, que los niños arriesgan y no tiene miedo de equivocarse. La segunda, como dijo Picasso, todos los niños nacen artistas y la tercera lección, la de mayor preocupación de Robinson, que el sistema educativo no está concebido para las inteligencias que salen del carril previsto.
Robinson decía que el sistema educativo, de aquel entonces (2006), nació para satisfacer las necesidades de la industrialización, de hombres que vivían de sus cerebros pero que olvidaban que habían otras cualidades, en otras palabras, un sistema educativo que se basa en la idea de la habilidad académica en donde las matemáticas, las lenguas y las ciencias humanas era lo esencialmente primordial pero nunca la danza o el teatro.
En aquel proyecto de doctorado se encuentra la génesis de su trabajo futuro, con esa necesidad casi enfermiza de volver más creativo un sistema escolar obsoleto que coaccionaba contra la creatividad de los estudiantes con una visión muy limitada de lo que es la inteligencia reivindicando al teatro, la danza, la música o la pintura como una forma de alentar a los niños a descubrir su talento. Según sus propias palabras "la mayoría de los niños llevan consigo un tremendo potencial de creatividad hasta que la escuela le quita las alas".
Desde aquel entonces mucha agua a corrido bajo el puente, hoy en día la enseñanza en muchos países del mundo esta basado en su concepto de que la educación debe sufrir una revolución en donde lo importante es que cada persona desarrolle al máximo sus capacidades individuales, pero aún debemos preguntarnos si lo avanzado a sido suficiente para modificar el proceso educativo en el mundo.
Robinson se ha destacado en distintas áreas y en diferentes paises; además ha impactado a millones de personas a través de su conocimiento, su crítica al sistema educativo y un mensaje que revela la importancia de las artes como un elemento fundamental en el desarrollo de niños y jóvenes.
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