Millones de familias alrededor del mundo vienen sufriendo los estragos causados por la pandemia de Covid-19. Y las mascotas no están exentas. Tal es el caso de «Covito», un perro callejero que acompañó a su cuidador cuando se internó en un hospital de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en México. El hombre ingresó con síntomas del nuevo coronavirus y, desafortunadamente, murió.
Sin embargo, su fiel compañero canino hizo guardia en las puertas del hospital durante 30 días esperando su regreso. A través de una publicación en Facebook, la revista Sin Fronteras dio a conocer el caso de Covito. Se trata de un perro dócil que se ganó el corazón del personal médico, quienes lo alimentaban y acariciaban cada vez que lo encontraban afuera del hospital.
Covito dormía en una caja de cartón, sobre cobertores que donaron las personas que se solidarizaron con la angustia del animal. También solía encaminar al personal del nosocomio cada vez que salían o entraban.
El rescate.
La historia de Covito traspasó fronteras, y personal de un refugio para animales en Estados Unidos viajó a Tamaulipas para rescatarlo. Los veterinarios revisaron su estado de salud, se le vacunó y actualmente vive en una casa temporal. Junto a decenas de perros y gatos espera que una nueva familia lo adopte para cruzar la frontera.
El personal del hospital confiesa que echan de menos al perro. Sin embargo, saben que estará mucho mejor en esta nueva etapa de su vida. La fidelidad de este animal hacia su dueño le mereció la oportunidad de un nuevo final feliz.
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