sábado, 23 de mayo de 2020

La leyenda de XÓLOTL


Cuenta la leyenda relatada en el códice Borgia que, durante la creación de la quinta era, Quetzalcóatl tuvo que ir al Mictlán, que es el inframundo mexica, para recuperar algunos huesos con los que se habían creado los anteriores seres humanos de la cuarta era. En aquella travesía el Xólotl se ofreció a acompañar a Quetzalcóatl, pues era quién mejor conocía aquel lugar de los muertos.

Pero la leyenda que vincula directamente al dios Xólotl con el monstruo de agua es aquella en la que los dioses deciden reunirse en Teotihuacan, “la ciudad donde los hombres se convierten en dioses”, para dar inicio a la quinta era humana, o quinto sol. En este relato, una vez que los dioses han creado por fin al sol que alumbrará al mundo una vez más, notan que este no cuenta con la capacidad de moverse por sí solo, así que deciden ofrendar su propia vida para otorgarle al nuevo sol el movimiento que tanto necesita para transitar diariamente por la bóveda celeste.

Se dice que fue el mismo Quetzalcoatl quien se encargó de quitarle la vida a sus hermanos para cumplir con el último paso que permitiría la existencia de un mundo nuevo. Es así como uno a uno les va quitando la vida…

Xólotl, sin embargo, se negó rotundamente a auto sacrificarse, por lo que decidió huir, haciendo gala de su capacidad para transformarse. Se ocultó primero entre un maizal y, tomando la forma de un maíz doble que los campesinos nahuas llamaban “xólotl”, fue descubierto. Huyó nuevamente, para esconderse en un magueyal, donde se convierte en un maguey doble llamado “mexolótl”. Sin embargo, fue descubierto una vez más y no tuvo más escapatoria que acudir al agua, donde tomó la forma del monstruo de agua que es finalmente el último ser en el que pudo transformarse, antes de perder la vida.