Cada año, los japoneses acuden en masa a sus parques para contemplar la belleza de los cerezos en flor, una costumbre tradicional que tiene nombre propio: hanami. Los primeros cerezos, o sakura, florecen en febrero en la isla de Okinawa, al sur del país. El resto va floreciendo lentamente a medida que la primavera se traslada hacia el norte, entre marzo y principios de mayo.
Las flores duran apenas una o dos semanas, así que muchos japoneses se han quedado sin poder disfrutarlas este año por el estado de emergencia. El fotógrafo de bodas Kiki Photoworks es uno de los afortunados. De hecho, estaba en el mejor lugar posible antes de que entraran en vigor las restricciones: el parque de Nara, al sur de Japón, cuando los pétalos habían empezado a caer, indica Gizmodo.
“El parque Nara en temporada de cerezos en flor”, escribe Kiki junto a un vídeo que han visto ya millones de personas. “Fue la última floración antes del estado de emergencia por el coronavirus. Todos los reportajes después de aquel día quedaron pospuestos, así que siento que fue como un regalo de despedida”.
El parque de Nara es famoso por los más de 1200 ciervos que campan libremente entre los visitantes. Muchos japoneses se habían confinado voluntariamente, y no había tantos turistas como en otras ocasiones, así que en el vídeo se los ve descansando tranquilamente bajo los cerezos en flor. Una escena cautivadora que a muchos ha sentado como un bálsamo en el momento que más falta hacía.
Kiki tiene otras imágenes de aquel día en su perfil de Instagram, pero el vídeo que se ha vuelto viral parece sacado directamente de una escena de Bambi.