Entre 2 y 3.5 mil millones de humanos sufrirán un clima insoportable para el año 2070. Es la conclusión a la que llegó un equipo de investigación internacional liderado por el ecologista Marten Scheffer, de la Universidad de Wageningen. Lógicamente, la condición que propiciará este escenario apocalíptico es el aumento global de la temperatura promedio anual promovido por el cambio climático.
El “mapa de calor” del futuro.
En un abordaje revolucionario, los científicos estudiaron a los humanos aplicando las técnicas que emplean con abejas, pájaros y osos para identificar «nichos climáticos» donde puedan florecer las civilizaciones. Tras analizar alrededor de 6,000 años de información, encontraron que el punto ideal para los humanos (en lo que respecta el promedio de temperatura anual) oscila entre los 11 y 15 grados Celsius.
Por supuesto, nuestra especie se adaptó muy bien para habitar áreas más cálidas o más frías. Sin embargo, la cuestión es que entre más nos alejamos de esta franja ideal, más se nos complican las cosas.
Posteriormente, los investigadores identificaron sitios donde la temperatura debería volverse más caliente de lo ideal, y calcularon que al menos 2,000 millones de personas vivirán en condiciones insoportables para 2070. Lo peor es que hablamos del «mejor escenario» posible.
El número de humanos habitando zonas demasiado calientes dependerá de nuestra habilidad para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y el porcentaje de crecimiento que desarrolle la población mundial. En el peor de los casos proyectados, alrededor de 3,500 personas habitarán zonas extremadamente cálidas en 50 años, lo que representaría una tercera parte de nuestro planeta.
La pobreza será sinónimo de calor.
En la actualidad, alrededor de 20 millones de humanos habitan sitios con una temperatura promedio anual que supera los 29 grados Celsius, una cifra que se aleja mucho del ideal. Sin embargo, es un área que representa menos del 1% de nuestro planeta, y la mayor parte se ubica en las inmediaciones del desierto del Sahara.
A medida que la población crezca y la temperatura del planeta aumente, enormes regiones de Sudamérica, Australia, África y Asia entrarían a la misma franja de temperatura promedio anual, produciendo afectaciones a miles de millones de personas.
Scheffer dice que, con dinero, las personas pueden vivir hasta en la Luna. Tristemente, para la mayoría de los ciudadanos del mundo estos lugares se volverán «inhabitables», según las proyecciones. Sitios como Nigeria, donde prevalecen altos índices de pobreza y una población que se estaría triplicando a finales del siglo, serían los menos capaces para hacer frente a este cambio.