Aún cuando los principiantes de Bondage crean que sólo se trata de "amarrar" a la pareja sexual, es indispensable que conozcan las mínimas cuestiones de seguridad con el fin de evitar accidentes y sobre todo, disfrutar al máximo del momento. Aquí te compartimos algunas.
1. No imites ataduras complicadas o perderás tiempo y posiblemente, si no cuentas con experiencia, lo harás mal.
2. Ten agua a la mano para hidratar a la persona que va a ser inmovilizada, sea cual sea la duración de la sesión.
3.- Procura realizar sesiones de corta duración, al menos en un inicio.
4. Limpia el espacio en el que llevarás a cabo el encuentro y no dejes ningún objeto en el suelo, ya que si la pareja que está atada se cae, le será imposible meter las manos para evitar el golpe.
5. Es importante que mantengas unas tijeras cerca en caso de que necesites cortar las ataduras por alguna emergencia. Evita las cuerdas alrededor del cuello.
Tipos de cuerdas
1. Tela:
Es suave, pero los nudos tienen que ser ligeros dado que este material suele ajustarse demasiado y evitará el jugueteo.
2. Sintética o de Nylon:
Es la más adecuada para no anudar tan fuerte, aunque el material podría raspar la piel del amante si no se usa con cuidado.
3. De algodón:
Si tienes experiencia, quizá sea la ideal. Y es que los amarres permanecen firmas y su textura es áspera, pero ese no es ningún problema para los aficionados al bondage.
4. De cáñamo:
Es quizá la más rasposa y la que más marcas deja. Por supuesto, este material provoca dolor, pero es decisión de cada pareja emplearlo. Los amantes más versados las prefieren, tomando en cuenta las especificaciones de arriba.