Las piedras preciosas se generan a partir de la combinación de diversos elementos bajo determinadas condiciones. El planeta Tierra se creó a partir de procesos geológicos que constantemente le dan forma y lo alteran, son estos mismos fenómenos los responsables por generar las condiciones de presión y temperatura bajo las que se combinan diferentes elementos para dar origen a las piedras preciosas.
Hay excepciones, como las perlas, consideradas gemas orgánicas fabricadas por seres vivos, pero clasificadas como materia mineral. Sobre la corteza terrestre se pueden encontrar tres tipos de roca: sedimentarias, metamórficas e ígneas, que pueden verse como las fases de un proceso repetitivo, pues todo el tiempo se transforman una en la otra.
A partir del magma o lava volcánica tenemos la formación de rocas ígneas. Cuando las rocas son sometidas a presión y calor nuevamente, pero sin llegar a derretirse, se generan las metamórficas. Mientras tanto, las sedimentarias aparecen a partir de residuos de roca o materia orgánica disueltos en agua. Es a través de todo este tamizado del magma, sedimentos y rocas que surgen las piedras preciosas.
¿Dónde y cómo se forman las gemas más conocidas?
Rubíes y Zafiros.
Cuando coincide la presencia de aluminio y cromo en el magma con burbujas repletas de oxígeno en la corteza terrestre, los tres elementos se combinan y dan origen a los rubíes. El color rojo, tan característico de esta gema, se debe a la presencia del cromo, y cuando este raro elemento se ausenta de la composición se producen los zafiros, que comúnmente tienen tonos azules.
Los diamantes.
Los diamantes, constituidos exclusivamente de carbono, son una de las pocas piedras preciosas que no se forman en la corteza terrestre. Los diamantes suelen originarse en un océano subterráneo de magma conocido como manto. En este lugar la presión y la temperatura son tan extremas que las rocas se vuelven líquidas, y es precisamente bajo estas condiciones que el carbono se comprime y funde para formar los diamantes, que posteriormente son llevados a la superficie por el magma y extraídos por los humanos entre las rocas ígneas.
Existen condiciones extrañas donde la presión que da origen a las rocas metamórficas en la corteza terrestre también es capaz de originar diamantes.
Turquesa.
Cuando se combina aluminio, fósforo y cobre en una solución acuosa se obtiene la turquesa, una piedra preciosa de apariencia similar a la esmeralda. Esta solución acuosa que permite la integración de los elementos no es un derivado del magma en el manto, de hecho, son infiltraciones de agua superficial en la corteza terrestre. Cuando el agua se filtra a suficiente profundidad como para que la temperatura la evapore, se forman las turquesas.
Peridoto.
Al igual que los diamantes, el peridoto se forma en el manto y no en la corteza terrestre, como la mayoría de las gemas. El peridoto se identifica como una variante del mineral olivino, que se forma cuando se mezcla magnesio, hierro y sílice (oxígeno y silicio) bajo las condiciones de presión y calor propias del manto. Cuando en la combinación de estos elementos existe una mayor concentración de magnesio, se forma el peridoto. Finalmente, y con mucha suerte, la gema es llevada a la superficie entre las rocas ígneas.
Cuarzo.
La evaporación de una solución acuosa que contiene átomos de silicio permite la formación de los cuarzos, y esto tiene lugar tanto en vetas de agua superficiales en la corteza terrestre como en vetas hidrotermales. Ante la presencia de determinadas impurezas (como el hierro) durante su proceso de formación, el cuarzo puede adquirir diversos tonos como el violeta, la clase que se conoce como amatista.
Jade.
Aquello que se conoce como jade, en realidad, comprende dos minerales distintos:nefrita y jadeíta. Ambos se generan en el mismo proceso que da origen a las rocas metamórficas, cuando la presión y temperatura en la profundidad de la corteza terrestre recombina los elementos de las rocas sin llegar a transformarlas en magma.
Esmeralda.
Al combinarse aluminio, oxígeno, berilio y silicio en una solución acuosa se forman las esmeraldas, gemas que suelen aparecer en vetas de agua caliente (hidrotermales) derivado del magma en las profundidades de la corteza terrestre. Cuando esta solución acuosa que contiene los elementos antes mencionados se enfría, la esmeralda se vuelve sólida.
Algunas de las piedras preciosas más caras.
Además del tamaño, lo que define el valor de una piedra preciosa es su “rareza” en la combinación de impurezas y deformidades.
Alejandrita.
Como la musgravita, esta piedra es una variante muy poco común del ya de por sí escaso cristal de berilio. La alejandrita es bastante cotizada por su estructura molecular (básicamente determinada al azar) que le otorga la característica de cambiar de color de acuerdo con la luz. El quilate de alejandrita cuesta alrededor de US$ 12,000.
Jadeíta.
La jadeíta es la variante más inusual que se genera en rocas metamórficas al combinarse sodio, hierro, silicio, oxígeno y aluminio. Es particularmente difícil de encontrar pues la presión necesaria para que se produzca entre las rocas metamórficas es bastante alta. El quilate de jadeíta tiene un precio aproximado de US$ 20,000.
Musgravita.
Es un mineral que se forma a través de la evaporación de agua de la superficie o de vetas hidrotermales compuesta por aluminio, magnesio, berilio, hierro y oxígeno. Además que el berilio es un elemento escaso, la musgravita es particularmente especial pues resulta complicado encontrar el mineral en forma de cristales traslúcidos. El quilate puede llegar a costar US$ 35,000
Painita.
La painita no fue descubierta sino hasta la década de 1950, entonces se supo que el cristal se originaba a partir de la evaporación de una solución acuosa en vetas superficiales. Su rareza proviene de la cantidad de elementos que se requieren para formarla: hierro, oxígeno, aluminio, boro, zirconio y calcio. Un quilate de painita puede llegar a costar US$ 60,000.
El diamante Pink Star.
Hablamos de un ejemplar grande (11.92 g) de una variedad de diamante costosa y muy poco común: el diamante rosa. No se sabe a ciencia cierta porque adquieren esta tonalidad, pero se cree que se debe a anomalías en su estructura. En el año 2013, el diamante Pink Star alcanzó los US$ 83 millones en una subasta.