Llevar una vida sexual demasiado activa afecta el proceso de envejecimiento, según un estudio de la Universidad Federal de Río Grande del Sur, en Brasil.
De acuerdo con la investigación, publicada en la revista 'Biogerontology', mientras más recursos emplea el cuerpo para reproducirse, menos energía queda disponible para la regeneración de tejidos y órganos.
Para llegar a esta conclusión, los científicos realizaron un experimento con 80 ratas de laboratorio a las que separaron en cuatro grupos a los que mantuvieron con vida durante 3, 6, 12 y 24 meses respectivamente.
A su vez, cada uno de los grupos se dividía en dos. La primera mitad mantenía relaciones sexuales y la segunda permanecía aislada del sexo opuesto. Así, lograron establecer una relación entre el nivel de estrés y el daño genético.
El estudio concluyó que los machos que tuvieron actividad sexual sufrieron un mayor nivel de estrés oxidativo y un mayor daño celular. Es más, el deterioro de los tejidos vinculado al apareamiento fue especialmente pronunciado en machos jóvenes.