domingo, 22 de octubre de 2017

“Hipótesis del tiempo fantasma” afirma que realmente vivimos en el siglo XVIII

Habitamos una época donde la diversidad es la regla. De un individuo a otro pueden encontrarse diferencias entre creencias religiosas, ideologías políticas, gustos musicales y un largo etcétera. Nuestras opiniones son divergentes, y es un fenómeno completamente natural. Sin embargo, si existe algo en lo que la mayoría de las personas están de acuerdo es que habitamos en el 2017, ¿o no? Y decimos que la mayoría de las personas, pues un investigador asegura que agregaron casi 300 años a nuestra historia, por lo que en realidad estaríamos viviendo en 1720.
casa antigua paisaje
Esta polémica teoría fue propuesta por un investigador alemán de nombre Heribert Illig, quien se ha convencido que el calendario gregoriano es una triquiñuela y que 297 años asignados al período de la temprana Edad Media no son más que puros cuentos. Lo más fascinante de esta teoría, a pesar de que suene como una locura, es que Heribert Illig basa sus afirmaciones en registros históricos, arqueológicos y un cúmulo bastante considerable de investigación.

La hipótesis del tiempo fantasma.

La teoría de Illig es referida popularmente como la “hipótesis del tiempo fantasma” y, de acuerdo con su contenido, la confusión entre los calendarios se produjo en el año 1000 después de Cristo e involucró a tres líderes mundiales de la época que conspiraron para modificar el sistema de fechas.
Oton III coronacion
Otón III del Sacro Imperio Romano Germánico
De acuerdo con Illing, Otón III del Sacro Imperio Romano Germánico, el emperador bizantinoConstantino VII y el papa Silvestre II se reunieron para acordar una serie de triquiñuelas con el objetivo de alterar el calendario de forma que el reinado de Otón pudiera iniciar en el año 1000 – en lugar del año 996. De acuerdo con la hipótesis propuesta por el investigador alemán, el trío creía que el año 1000 parecía mucho más imponente y significativo para el arranque de un reinado que el 996.
Por eso, para hacer efectivo su plan Constantino, Otón y el papa fabricaron documentos de la época e inventaron una serie de personajes que jamás existieron así como acontecimientos que jamás se realizaron. Entonces, de acuerdo con la teoría del alemán, personajes como Carlomagno, el primer emperador romano, no fueron más que leyendas fabricadas por este grupo, junto con 297 años de historia.
Coronación de Constantino VII

Coronación de Constantino VII.

Las evidencias.

Illig afirma que la “mentira” se mantuvo debido a que el sistema de datación de artículos medievales tiene fallas y también porque la mayoría de los estudiosos se basa en documentos escritos en la época medieval para reconstruir la historia. Por eso, sus investigaciones lo han llevado a creer que existe algo muy raro con el período comprendido entre los años 614 y 911.
Papa Silvestre II
Papa Silvestre II
De acuerdo con las observaciones de Illig, antes del 614 hay registros de muchos acontecimientos relevantes, y lo mismo sucede después del 911. Sin embargo, en este lapso de 297 años, no sucedió nada interesante – algo que suena bastante sospechoso. Por si fuera poco, el investigador afirma haber encontrado discrepancias matemáticas entre el calendario juliano (que divide el año en 365 días y 25 minutos) y el gregoriano (el que usamos de forma oficial y tiene 11 minutos de más).
carlomagno
Carlomagno sería una simple leyenda.

Seguidores y detractores de la teoría.

Heribert Illig
Heribert Illig
¿Te parece que el argumento de una conspiración entre Constantino, Oto y el papa Silvestre parece una locura? Pues existe otro historiador apoyando la teoría de Illig. Hablamos de Hans-Ulrich Niemitz, que llegó a publicar un libro sobre el tema, donde presenta más evidencia sobre la Hipótesis del tiempo fantasma.
De acuerdo con Niemitz, la cronología realizada por los investigadores entre la Antigüedad y el Renacimiento – periodo que comprende entre el año 1 y el 1500 – tiene 300 años “de más”. Evidentemente, la teoría propuesta por Illig, y apoyada por Niemitz, sufre el rechazo de prácticamente la totalidad de los historiadores académicos quienes lo tachan de pseudohistoriador, aunque Niemitz ha tenido la precaución de señalar que existen argumentos que pueden invalidar esta fascinante propuesta.
¿Sería posible confirmar esta teoría? Y de ser así, ¿nos haríamos a la idea de que estamos viviendo en pleno siglo XVIII?