La historia de La bella y la bestia guarda ciertas similitudes con la de Petrus Gonsalvus, un hombre de apariencia peculiar que perteneció a la corte real francesa y terminó casándose con Lady Catherine. Alrededor del mundo, los historiadores han compilado aproximadamente 23 variaciones de la popular historia de La bella y la bestia, aunadas a las 162 versiones del arquetípico “historia del novio animal”.
Petrus Gonsalvus, el “hombre salvaje” en la corte.
Gonsalvus habría nacido en algún momento del año 1537 (los detalles sobre su vida son poco precisos) en las Islas Canarias. Llegó a este mundo como un esclavo, pero destacaba entre los demás. Petrus Gonsalvus presentaba una condición actualmente conocida como hipertricosis o “síndrome del hombre lobo”. Un pelo largo y elegante le cubría todo el cuerpo, motivo por el que lo apodaron “hombre salvaje”.
A la temprana edad de 10 años, Gonsalvus fue entregado como obsequio al nuevo rey de Francia, Enrique III. En esta nación, nuestro personaje viviría más de 40 años bajo la protección del rey y su esposa, Catalina de Médici de Valois.
Enrique III de Francia sintió un interés especial por Gonsalvus. En lugar de confinarlo a una celda, le proporcionó la clásica educación de un caballero. Desde aprender tácticas militares a hablar en latín, Petrus Gonsalvus aprendió todo lo que debía aprender un joven de la nobleza. De hecho, era más educado que algunos de los aristócratas.
Durante esa época en la corte, Gonsalvus tuvo la oportunidad de conocer, cortejar y desposar a una joven dama llamada Catherine, con quién eventualmente tendría muchos hijos.
En el año de 1589, bajo la misma suerte que corrieron otros aristócratas con la muerte de Catalina de Médici, Gonsalvus y su prole se encontraron a sí mismos sin un benefactor. Durante la turbulencia, el hombre terminó llamando la atención del Duque de Parma, quien envió a Gonsalvus, su esposa, su hijo y cuatro hijas a su ciudad natal. El Duque murió antes de poder conocerlos, pero su esposa Margaret, Duquesa de Parma, inmediatamente tomó a la familia bajo su cuidado.
Toda una celebridad en Europa.
En Italia, en 1594, un médico llamado Ulisse Aldrovandi visitaba a un amigo bastante rico en Bolonia, donde tuvo la oportunidad de conocer a Antoinetta, una hija de Petrus Gonsalvus que también presentaba hipertricosis. Aldrovandi quedó fascinado con Antoinetta y terminó incluyendo xilografías y una descripción sobre la pequeña en un tomo que escribía sobre deformidades humanas.
Antoinetta también sirvió como modelo para Lavinia Fontana. De hecho, toda la familia Gonsalvus vio sus retratos pintados múltiples veces. Aunque en lugar de representarlos como monstruos, los retrataban como a cualquier otra familia aristocrática, con la única diferencia de que estaban cubiertos de pelo.
Desde las cortes de Francia a las villas de Italia, esta familia había conocido más del mundo que el típico campesino. Se mantuvieron cerca de los círculos de la realeza y fueron estudiados por médicos famosos. Eventualmente, se fueron a descansar a una pequeña villa en Italia y se desvanecieron de la historia, dejando nada más que sus retratos.
La bella y la bestia de la vida real.
Aunque tal vez Petrus Gonsalvus no se desvaneció de la historia por completo, pues su historia pudo servir de inspiración para el cuento de La bella y la bestia.
Si bien es cierto que el cuento se originó mucho antes que Petrus Gonsalvus, y que pudo haber tenido como base la historia de Cupido y Psique, en esta historia tan antigua ciertamente Cupido no era una bestia cubierta de pelo.
¿Entonces, sirvió la apariencia de Petrus Gonsalvus y su historia de vida como base para el personaje de la bestia en el cuento de hadas? Las historias por sí mismas no describen a la bestia, pero en todas las ilustraciones se muestra cubierta de pelo.
Aunque La bella y la bestia es similar a Cupido y Psique, la gran diferencia reside en la apariencia del personaje protagónico. Y las ilustraciones de la época en que fue escrita La bella y la bestiaciertamente guardan semejanza con algunos de los retratos de la familia Gonsalvus. Aunque no existe una certeza de que Petrus Gonsalvus haya inspirado el cuento, resulta muy posible que al menos sea responsable por la imagen del clásico personaje.