Un hombre de 48 años fue sometido a la amputación de sus dos piernas luego de haber contraído una infección de sangre que le transmitió su perro.
Greg Manteufel, de Wisconsin, Estados Unidos, llegó al hospital creyendo que tenía una fuerte gripe, pero las pruebas revelaron que en realidad se trataba de la bacteria "capnocytophaga", que se encuentra en la saliva de los perros.
Dicha bacteria se transmite a través de mordeduras o lamidas y los pacientes presentan enrojecimiento o hinchazón, fiebre, diarrea, vómitos, dolores de cabeza y dolor muscular y articular.
Aunque es muy raro que pase, en el caso de Greg, la infección hizo que la presión sanguínea cayera y la circulación hacia sus extremidades disminuyera. En tan sólo una semana, el hombre tuvo que someterse a otras cirugías para no perder también los brazos.
"Va a necesitar varias operaciones más, mucho tiempo y su familia a su lado para superar este evento que le cambiará la vida", explicó su esposa.
Y ni pex a sacrificar al perro.