Cuando se viaja, es algo común solicitar a un completo extraño que nos asista para capturar un momento especial. Ya sea en algún punto turístico famoso o en medio de un espectáculo, en ocasiones estirar el brazo para tomar una selfie no es suficiente, es entonces cuando esa persona que se ofrece para tomar la fotografía puede resultar de mucha ayuda – o tal vez no.
Las fotos que verás a continuación muestran que esa buena voluntad de las personas no siempre culmina con buenos resultados, aunque si les buscamos el lado amable, ahora están destinadas a hacernos reír un poco.
1 – Qué foto tan perfecta, señor.
2 – Imposible mejorar esta captura.
3 – Lol.
4 – Otro fotógrafo con una noción distinta del encuadre.
5 – Cada fotografía es mejor que la anterior.
6 – Esos brazos salieron increíbles.
7 – Cuando una maldición llamada cámara frontal te persigue.
8 – La clásica foto en la Torre de Pisa.
9 – Perfección.
10 – Se suponía que la Estatua de la Libertad debía aparecer en la foto, pero algo salió mal.
11 – El maestro del encuadre.
12 – El recuerdo perfecto de la visita a la Torre Eiffel.
13 – El clásico dedo entrometido.
14 – Una fotografía de CUERPO entero.
15 – Al menos la frente del niño apareció en la imagen.