A muchas personas les encanta el aroma a auto nuevo; sin embargo, ese olor tan particular de la concesionaria es causado por sustancias que, en altas concentraciones, pueden resultar perjudiciales para la salud. Los seguidores del aroma a auto nuevo son tantos, que los fabricantes de aromatizantes vieron una oportunidad irresistible e intentaron envasar esa experiencia olfativa. ¿Pero, qué es exactamente lo que estamos inhalando dentro de un auto nuevo?
Compuestos orgánicos volátiles en los autos.
Existen algunos aromas que nos resultan obvios, como el plástico del tablero, los hules de los parabrisas, la piel en los asientos. Pero el grueso de ese olor tan particular a auto nuevo se genera en algo conocido como compuestos orgánicos volátiles (COV), empleados en diversos tipos de pegamento y adhesivos que mantienen en su lugar las piezas al interior de un vehículo.
Tal vez ni lo sospechas, pero todos los días inhalas COV. El ejemplo más conocido de esta clase de compuestos es la acetona, el líquido empleado para retirar el esmalte de las uñas, pero incluso los perfumes y hasta las alfombras tienen presencia de estas sustancias. El común denominador entre estos compuestos es su capacidad para evaporarse con facilidad a temperatura ambiente.
Estrictamente hablando, nuestro sentido del olfato no es otra cosa que la capacidad cerebral para asignar determinadas sensaciones a esas moléculas que alcanzan los receptores olfativos en nuestras narices. La capacidad de estas sustancias para evaporarse con facilidad resulta en una mayor liberación de moléculas en el aire, motivo por el que nos resulta tan fácil percibirlas.Casi todas las sustancias que emanan olores de cierta forma, natural o sintética, presentan COV en su composición – por ejemplo, las rosas.
Los peligrosos secretos del olor a auto nuevo.
Como es de suponer, los COV presentes al interior de un automóvil nuevo son variables, todo depende de factores como el modelo de automóvil, la fecha de fabricación y la legislación vigente en cada país. Sin embargo, te podemos asegurar que estos COV no son los mismos que encontrarías en una docena de rosas.
La Australia’s Commonwealth Scientific & Industrial Research Organization (CSIRO) publicó un informe en 2001 sobre un análisis que realizó, durante 2 años, a muestras de aire recolectadas en intervalos regulares al interior de tres vehículos adquiridos en 1998. En esa ocasióndetectaron entre 30 y 40 COV en los automóviles.
Sin embargo, los resultados parecen bastante optimistas cuando se comparan con otros estudios, como el realizado en Japón en 2003 donde se encontró mayor variedad: 113 COV.
Están presentes algunos compuestos conocidos como el tolueno, famoso por ser un ingrediente en la composición del pegamento de zapatero y por causar dependencia química. Cuando la concentración de tolueno alcanza niveles altos, se puede desencadenar una serie de síntomas entre los que se incluyen la fatiga muscular, confusión mental así como problemas en el hígado y los riñones, entre otros.
También se encontró xileno (que generalmente se utiliza como solvente), estireno (sustancia considerada cancerígena) así como 1,2,4-Trimetilbenceno (un aditivo de la gasolina). Los niveles en la toxicidad son variables, pero estamos seguros que nadie en su sano juicio querría inhalar estas sustancias.
Fuera de peligro.
Por fortuna, el tiempo de exposición no es lo suficientemente extenso como para generar problemas, incluso cuando las concentraciones de COV superan a las recomendadas. Aquellas personas que son más sensibles a estas sustancias pueden experimentar cefaleas, náuseas y vértigo.
Al comienzo de estas pruebas en Australia, las concentraciones de COV en dos automóviles alcanzaron 64 mg por metro cúbico de aire. En un tercer automóvil, que por problemas de importación ingresó a las pruebas con algunas semanas de atraso, se registró tan sólo 2.1 mg por metro cúbico de aire en la primera medición – prueba de que la concentración de COV disminuye de forma acelerada. Tras medio año, las concentraciones indicaban 1.5 mg por metro cúbico de aire. Después de dos años, las cifras arrojaban 0.4 mg por metro cúbico de aire.
Concentraciones entre 3 y 25 mg por metro cúbico de aire resultan suficientes para provocar síntomas moderados. Además, en cualquier ambiente nuevo y cerrado pueden encontrarse altas concentraciones de COV nocivos, incluso en aquellas casas recién construidas. De la misma forma que sucede con los automóviles, los valores en estas concentraciones caen muy rápido.
Recomendaciones finales.
Por mucho que te guste el olor a auto nuevo, si deseas cuidar tu salud es buena idea dejar vehículos nuevos abiertos y aireados, principalmente en aquellas zonas con temperaturas altas, donde las sustancias volátiles liberan una mayor cantidad de moléculas en el aire.
Algunas fábricas automotrices contratan profesionales en olores encargados modificar las sustancias que se emplean en la fabricación de los automóviles para mejorar la calidad del aire en su interior sin perder esa experiencia olfativa que resulta tan cara para los conductores.