La contratación de fotógrafos profesionales que ofrezcan el trabajo ideal cuando se trata de sesiones fotográficas es una práctica cada vez más común, aunque no exista ningún evento especial de por medio. Fue bajo estas circunstancias que Pam Dave Zaring entró en contacto con una persona que le ofreció una sesión fotográfica supuestamente profesional para actualizar el álbum de la familia.
Así luce la familia Zaring.
Sin embargo, cuando recibió las fotografías terminadas se llevó una sorpresa mayúscula por la edición de las fotos en el resultado final. Pese a que recibió un trabajo que parece haber sido realizado por un niño sin ningún tipo de conocimiento en edición fotográfica, Zaring decidió compartir el resultado en sus redes sociales, aclarando que este fiasco terminó haciéndola reír a carcajadas.
La publicación de este desastre fotográfico terminó haciéndose viral y, hasta la fecha en que se escribe esta publicación, en Facebook ya alcanza los 400 mil Me Gusta y casi la misma cantidad de compartidos.
“Bueno. No se trata de ninguna broma. Le pagamos a una fotógrafa, que aseguraba ser profesional, una sesión familiar por US$ 250. Por favor, échenle un vistazo a las fotografías finales que nos entregó… me dijo que las sombras habían resultado realmente malas en ese bello día, claro y soleado, y que su profesor jamás le enseñó a retocar las fotografías. Siéntanse con la confianza de compartirlas. Literalmente, no reía tanto desde hacía años”, señala en la publicación, reiterando que las fotografías son el resultado final y no una broma. ¿Qué harías tú en el lugar de esta mujer?