La mañana del pasado 4 de enero, los habitantes de Florida despertaron con la sorpresa de que decenas de iguanas habían caído congeladas desde los árboles.
La causa son las bajas temperaturas en el este de Estados Unidos, que van de los 0 a 4 los 4 grados, que las están dejando inmóviles por la falta de flujo sanguíneo. "Las iguanas grandes se vuelven muy lentas e incluso caen de los árboles con 10 grados", explicó Sarah Lessard, portavoz de la Comisión para la Conservación de la Pesca y Vida Silvestre de Florida.
En su cuenta oficial de Twitter, el columnista del Palm Beach Post, Frank Cerabino, compartió la foto de una que encontró congelada al borde de su piscina. Pero no es el único, otros usuarios también publicaron imágenes de las iguanas que encontraron en sus patios.