La domesticación de los gatos sucedió hace miles de años. Sin embargo, el lazo entre estos felinos y los humanos se hace cada vez más fuerte. Los científicos no sólo los consideran animales inteligentes, también encontraron que su estructura de memoria se parece mucho a la nuestra. Por eso, se cree que el extraño comportamiento de los gatos es algo completamente intencional.
Cuando no se está acostumbrado a estos peludos, ciertos comportamientos parecen confusos. Y esto es más que evidente para quienes vienen de criar perros. El estilo de comunicación y la forma de interacción social de los gatos son muy particulares en el mundo animal. Quienes tienen gatos como mascotas terminan acostumbrándose a estas peculiaridades.
Por ejemplo, al inmenso placer que les produce tirar cosas de una mesa. Y mejor ni hablamos de la obsesión que tienen por meterse en espacios cerrados. Aunque antes se creía que esto último sólo sucedía con las cajas. Hoy, se sabe que incluso un contorno bidimensional trazado en el piso puede activar su curiosidad. Aunque parezca una ridiculez, es algo científicamente comprobado.
Susceptibilidad de los gatos a cuadrados imaginarios.
En la tediosa reclusión de la pandemia, un equipo de investigadores realizó el peculiar estudio. La intención era entender como sus pequeñas mentes perciben una ilusión visual valiéndose del deseo irresistible por ocupar espacios cerrados. Llamaron al estudio «Si quepo, me siento«, y la herramienta principal se basó en un diseño del psicólogo italiano Gaetano Kanizsa (vaya ironía).
La ilusión era un cuadrado constituido con figuras similares a un Pac-Man en cada una de las cuatro esquinas. Entonces, el gato observaba un cuadrado que realmente no estaba allí. En nuestros cerebros, la ilusión se produce cuando el órgano ajusta la información visual a partir de información previa. Probablemente, es la forma que tiene para completar la información que falta. Desde una perspectiva evolutiva, esto resulta muy útil para detectar figuras predadoras o alimentos potenciales en un follaje espeso.
El experimento.
El estudio en cuestión estuvo a cargo de Gabriella Smith, una etóloga de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Junto a su equipo, reclutó a varias personas que dispusieron una serie de objetos en el suelo para que sus gatos eligieran. Las ilusiones iban desde una figura rectangular hecha con cinta adhesiva, hasta el cuadrado Kanizsa y elementos visuales que no evocaban la forma de un cuadrado o rectángulo.
Además, a los dueños de los gatos se les pidió que filmaran las respuestas de sus mascotas. El objetivo de hacer el experimento en casa, es que se trata de un ambiente controlado y familiar para los gatos. De esta forma, evitan cualquier influencia externa. El estudio contó con la participación de medio millar de gatos. Sin embargo, al final la recolección de datos se limitó a los 30 animales que lograron concluir cada una de las pruebas requeridas.
«En el estudio, los gatos permanecieron o se sentaron en el Kanizsa y en los estímulos del cuadrado con más frecuencia que en la figura de control. Esto sugiere una susceptibilidad a contornos ilusorios y apoya la hipótesis de que los gatos tratan los cuadrados ilusorios como si fueran cuadrados reales», especificaron los investigadores.
Ilusiones visuales
Evidentemente, no todos los gatos se comportaron de la misma forma. Según las observaciones del estudio, los resultados se vieron limitados por el diminuto tamaño de la muestra final. Sin embargo, la conclusión del trabajo se suma a una investigación previa donde se descubrió que los gatos responden a ilusiones visuales de contornos.
La peculiaridad del estudio es que se trata de la primera ocasión en que los gatos son puestos a prueba en un ambiente familiar. Es un detalle relevante, pues los gatos se dejan influenciar mucho por el entorno. Y, generalmente, los ambientes nuevos o desconocidos no son de su agrado. Por eso es más probable que muestren su comportamiento natural en casa.
En teoría, entender la forma en que los animales perciben las ilusiones visuales ayudaría a la ciencia a comparar la visión en diversas especies. Sin embargo, todavía se desconoce porque estos cuadros falsos resultan tan efectivos.
«La visión de los gatos está diseñada en función de la distancia y velocidad, lo que les permite observar mejor a un roedor corriendo por el campo. De 20 a 30 cm del hocico, son animales virtualmente ciegos. Considero que, probablemente, sienten como si estuvieran ‘dentro’ de algo. Como si ocuparan una caja de papel. Aunque superficial, es una sensación reconfortante que le proporciona los parámetros de una percepción lateral», señaló la conductista felina Ingrid Johnson.
Cortesia de Padme
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