Porfirio Díaz es un personaje polémico en la historia de México. Para algunos, el exdictador es un villano que buscaba perpetuarse en el poder indefinidamente, un hombre que encabezó un régimen represor y cerrado a la crítica; por otra parte están aquellos que tratan de reivindicarlo y defienden su gobierno, sobre todo lo referente a los temas económicos de su administración.
Para nadie es un secreto que Díaz Mori fue una persona culta y que durante su gobierno disfrutaba de la opulencia que le daba su cargo como Presidente de México, pero su origen fue más humilde. Aquí te contamos la historia de este personaje.
Porfirio Díaz Mori nació el 15 de septiembre de 1830 en la ciudad de Oaxaca. Fue el sexto de los siete hijos de José Faustino Díaz y Petrona Mori. Aunque de origen español, su padre era criollo, pues tenía mezcla de sangre india.
-Los orígenes de Porfirio Díaz
Díaz narra en sus memorias, que cuando su padre se casó, por el año 1808, era dependiente de una empresa de minas que tenía las haciendas de beneficio de metales y minas anexas de Cinco Señores, San José y el Socorro, situadas en el Distrito de Ixtlán. Conducía plata de las haciendas a Oaxaca y, de regreso, llevaba el dinero para pagar las rayas (sueldos).
A pesar de ello, Díaz señala: "Mi padre era pobre cuando se casó. Mirando que a su mujer no le gustaba vivir en la Sierra de Ixtlán, se lanzó a correr fortuna y se trasladó a la costa que el estado de Oaxaca tiene en el Pacífico sin más fondos que el valor de los caballos y mulas con que llegó al Distrito de Ometepec: se estableció en él y se decidió a sembrar caña de azúcar".
El padre de Díaz era un hombre arriesgado que siempre buscaba la oportunidad laboral que le diera a su familia una mejor calidad de vida. Tras mucho esfuerzo, y tras incursionar en el curtido de pieles, puso una tienda en el pueblo de Xochistlahuaca.
La familia de Porfirio Díaz posteriormente se mudó a la ciudad de Oaxaca donde comenzaron a prosperar, pero su bienestar terminó con la muerte del padre, José Faustino, en 1833, debido al cólera.
Porfirio Díaz tenía poco más de dos años cuando su padre falleció. Los pocos bienes que dejó su padre, los usó su madre para subsistir y en la educación de sus hijos.
La infancia de Porfirio Díaz
Realmente se sabe muy poco sobre la niñez del dictador mexicano, pero lo que se tiene claro, es que era de sangre mitad española y mitad mixteca, y que su origen fue bastante humilde, pues él ya no pudo disfrutar de la pequeña fortuna amasada por su padre.
A medida que crecía, veía cómo se esfumaban los bienes materiales de su padre, debido a que su madre se deshizo de ellos para poder darles una buena educación a él y a sus hermanos.
Aprendió sus primeras letras en la primaria municipal, al mismo tiempo que latín en la parroquia de San Pedro Teococuilco. Por influencia de su tío y padrino, el canónigo José Agustín Domínguez, en 1843 ingresó al Colegio Seminario Conciliar de Oaxaca como alumno externo. Se le facilitaba el estudio de la lengua latina y era un apasionado de la teología.
Poco a poco, Díaz comenzó a escabullirse entre la alta sociedad oaxaqueña y, al verse impresionado por la personalidad de Benito Juárez, en ese entonces gobernador de Oaxaca, abandonó la carrera eclesiástica e inició estudios de leyes en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.
A la par, comenzó a trabajar en varios oficios, como zapatero, carpintero y armero, para ayudar a la manutención de su casa.
-Los hermanos de Porfirio Díaz
Porfirio Díaz fue el sexto de siete hermanos. Primero nació Desideria, luego Cayetano, Pablo, Manuela, Nicolasa, Porfirio y al final Félix.
Cayetano y Pablo murieron en la infancia. Desideria se casó, pero murió en 1867 a los 58 años de edad. Manuela murió en 1856, a los 27 años de edad, ella dejó una hija llamada Delfina, la cual nació en 1843 y se convirtió en la primera esposa de Porfirio Díaz en 1867 (sí, se casó con su sobrina).
De ese matrimonio nacieron ocho hijos. Delfina murió en 1880.