Noticias importantes: un grupo de investigadores ingleses afirma que los niños empiezan a perder la capacidad para manipular lápices. Obviamente, la culpa sería del uso excesivo de las nuevas tecnologías, que provoca en los pequeños la pérdida de la habilidad para desarrollar fuerza en las manos. A menos que seas un ermitaño que ha vivido en el bosque durante los últimos 20 años, debes saber que gran porcentaje de nuestra escritura se genera, la mayor parte del tiempo, en un medio digital.
Los efectos de la tecnología digital.
Debido a que nacieron en un mundo donde imperan las tecnologías digitales, los niños han empezado a presentar dificultades a la hora de aprender a sostener un lápiz. Es una afirmación que puede resultar alarmante, pero es el veredicto al que ha llegado un grupo de terapeutas y psiquiatras de la Fundación Heart of England, una dependencia del Servicio Nacional de Salud de Inglaterra.
“Los niños que acuden a la escuela no presentan la misma fuerza y destreza en las manos que podían verse hace apenas una década”, afirma uno de los pediatras de terapia ocupacional de la fundación.
De acuerdo con este experto, esto se debe a que la habilidad manual fundamental para sostener un lápiz o bolígrafo no fue debidamente practicada, pues estos niños pasaron demasiado tiempo utilizando dispositivos digitales y no desarrollaron lo suficiente los músculos de los dedos.
“La capacidad para sostener un lápiz y moverlo requiere de un gran control en los músculos de los dedos. Los niños requieren de muchas oportunidades para alcanzar a desarrollar estas herramientas”, explicó el pediatra. En resumen, lo ideal es que el pulgar, el índice y el dedo medio trabajen en conjunto para permitir un movimiento coordinado con la mano.
Situación preocupante.
“Resulta mucho más fácil proporcionarle una tableta a un niño que incentivarlo a entrenar los músculos jugando a apilar bloques de plástico, o cortar, estirar y jalar cuerdas y otros objetos. Debido a esto, no desarrollan las habilidades que se requieren para sostener un lápiz”.
Es una situación que ya afecta a varios niños en el Reino Unido, mismos que han empezado una terapia de seguimiento para aprender la forma correcta de manipular un lápiz. De acuerdo con otra profesional de la Fundación Heart of England, aunque se cuente con las tradicionales clases de caligrafía, la metodología varía entre una institución educativa y otra. De hecho, algunas escuelas utilizan tabletas para este proceso.
“No se puede negar que la tecnología cambió el mundo en que nuestros niños se están desarrollando. Y aunque existen aspectos positivos de estas nuevas herramientas, tenemos también el impacto de una vida más sedentaria y orientada a la interacción virtual, con un mayor número de niños que pasan su tiempo conectados dentro de casa y no activamente en espacios al aire libre”, advierte un vocero del Royal College de Terapeutas Ocupacionales en Londres.