Lo único que se sabe sobre la misteriosa y letal Enfermedad X es que podría convertirse en la próxima epidemia en diezmar a la humanidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término “Enfermedad X” hace referencia a un agente patógeno que ni siquiera ha sido descubierto, pero tan temible e inevitable que la simple amenaza de su existencia le asegura un puesto en los primeros lugares entre las enfermedades más letales del planeta.
¿Por qué una enfermedad ficticia puede considerarse una amenaza real para la salud pública?
La mejor forma de asimilar este concepto sin parecer demasiado exagerados es considerar que la “Enfermedad X” representa un riesgo de contagio que aún no descubrimos, pero resulta prácticamente seguro que lo haremos. En el pasado, la humanidad jamás se ha preparado para este tipo de contingencia y los resultados han sido realmente catastróficos, por este motivo la Organización Mundial de la Salud decidió que la incluiría en su plan de investigación y desarrollo para enfermedades prioritarias.
En este catálogo se hace una lista de aquellas posibles epidemias que pudieran azotar a los humanos en el futuro y para las que aún no tenemos suficientes medidas de contención.
Concebido apenas en el año 2015, y revisado año con año, en este documento la OMS concentra los esfuerzos científicos que diversos expertos alrededor del mundo hacen sobre los principales agentes patógenos susceptibles de desencadenar epidemias graves en un futuro próximo, pero sobre todo aquellos que cuentan con escasas medidas de prevención médica.
La lista negra.
El pasado mes de febrero se llevó a cabo la última revisión del plan, donde un grupo de especialistas coincidió en que las siguientes enfermedades exigen una mayor atención por parte de los investigadores: padecimientos por el virus Zika, fiebre hemorrágica de Crimeia-Congo (FHCC), padecimiento por el virus Ébola, fiebre del valle del Rift (RVF), fiebre hemorrágica de Marburgo, padecimientos por el virus de Hendra (HeV) y el virus de Nipah (NiV), fiebre de Lassa, Síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) y el Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). No es necesario decir que esta lista engloba a enfermedades realmente terribles.
Pero este año, por primera vez la OMS decidió agregar a la lista la “Enfermedad X“, como una forma de admitir, de facto, que resulta altamente probable que otro patógeno aún desconocido por la humanidad se una a esta lista y se convierta en una enfermedad extremadamente peligrosa.
Al concientizar sobre esta probabilidad, la OMS pretende promover esfuerzos de investigación para combatir amenazas desconocidas e inminentes. De acuerdo con Rottingen, se pretende garantizar que exista un plan flexible en términos de vacunas y pruebas de diagnóstico que funcione para un gran número de enfermedades, sistemas a través de los cuales seremos capaces de crear medidas de contención y mitigación de forma mucho más rápida y efectiva.
¿Dónde podría aparecer la “Enfermedad X”?
Nadie sabe a ciencia cierta el lugar donde esta misteriosa enfermedad podría surgir, pero se tiene en consideración una gran cantidad de fuentes posibles, incluyendo virus vigentes que presentan formas más resistentes y nuevos síntomas a través de la mutación, como el Zika o Ébola, también virus manipulados que podrían escapar de los laboratorios o desplegarse como armas biológicas y transferencia de agentes patógenos de animales a seres humanos.
Desde la perspectiva de Rottingen, una transferencia de animal a humano resulta mucho más probable. “A medida que el ecosistema y los hábitats humanos se modifican, siempre existe riesgo de que las enfermedades salten de los animales a los humanos. Se trata de un proceso natural y resulta vital que estemos conscientes y preparados”, dice.
Dado que nuestro mundo globalizado hace mucho más probable que este tipo de enfermedad aparezca y se disemine rápidamente, no podemos simplemente cruzar los brazos ante esta posibilidad.