martes, 12 de diciembre de 2017

Pueblo en Irlanda afirma que fábrica de Viagra los ha vuelto “fogosos”

Ringaskiddy, un pueblo en Irlanda, asegura que las emanaciones de vapor provenientes de una fábrica de Viagra han propiciado en los hombres locales un vigor inesperado. Los habitantes del área están convencidos que “hay algo en el aire” desde que una fábrica de la farmacéutica Pfizer arrancó la producción del medicamento para la disfunción eréctil en 1998, según lo reportado por el portal Sunday Times.
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El reportero Matthew Campbell con la coqueta Sadie O’Grady en un bar de Ringaskiddy. Fotografía: Barry Cronin/The Sunday Times.
Un suspiro y te pones duro”, comentó Debbie O’Grady, una barman local, al periódico. “Es increíble la cantidad de personas que viene al pueblo, tal vez por simple curiosidad, y luego nunca se van”, agregó Sadie, la madre de 60 años de Debbie.
“Vienen a establecerse aquí. Y como ellos dicen, hay algo en el aire – por supuesto, no algo que necesitemos. Pero, para algunos hombres con problemas en esa área puede ser una bendición”.
Cuando se enteraron de una nueva ley que pondría a disposición del público el Viagra en mostradores a lo largo del Reino Unido, Sadie contraatacó mencionando: “hemos recibido los vapores del amor desde hace años y totalmente gratis”.
“Creo que el Viagra se filtra al suministro de agua. Estoy convencida de que esto ha sucedido desde el comienzo, antes de que fuera estrictamente regulado”. Mencionó Fiona Toomey, una mujer de 37 años que se encontraba visitando su ciudad natal después de mudarse a Albany, Nueva York. 

Hasta los perros son calientes.

Toomey laboró como conserje en la planta de Viagra cuando aún vivía en Ringaskiddy. “Aquí,incluso los perros son famosos por andar permanentemente en un estado de excitación sexual”, menciona Toomey.
perro jocoso
Los locales aseguran que cuando la fábrica empezó la producción del fármaco a finales de la década de 1990, se produjo una explosión de nacimientos en el pueblo. “Tuvimos a las mujeres teniendo bebés todo el tiempo, había bebés por todas partes”, recuerda Rita Rimington, una cuidadora de ancianos nativa de Ringaskiddy.
Mientras el efecto del “levantador Pfizer”, como los locales han apodado al fármaco, ha sido ampliamente constatado entre la población, la farmacéutica niega que el medicamento esté afectando a los habitantes de Ringaskiddy.

Sin embargo, los residentes afirman un efecto sustancial del fármaco, mismo que ha provocado una asombrosa vida sexual entre los habitantes del pueblo. “Soy una mujer coqueta, muchos de nosotros lo somos aquí”, dice Sadie. “Solamente se debe producir una chispa, eso es todo. Calle abajo hay un hombre adorable esperando por mí”.“Nuestros procesos de manufacturación siempre han sido altamente sofisticados al igual que altamente regulados”, declaró un vocero de Pfizer al periódico. Aseguró que las versiones de que su producto ha ingresado al aire y/o al suministro de agua no son más que un mito “divertido”.