El veneno no es una característica de las pitones, pero por ningún motivo desearás que se te cruce una en el camino y es que, a final de cuentas, son serpientes que matan a sus presas por constricción, una forma nada elegante de morir. En la isla de Sumatra, en Indonesia, un hombre de 37 años llamado Robert Nababan descubrió de la peor forma que no se debe molestar a una serpiente tan poderosa.
En peligro de muerte.
Evidentemente, meterse con un animal de este porte es como jugar con fuego. En determinado momento, la pitón clavó sus poderosos colmillos en el brazo de Nababan y empezó a enrollarse en torno al cuerpo del hombre para matarlo. Él luchó con todas sus fuerzas, y su destino seguramente hubiera sido la muerte de no ser porque las personas en ese lugar le prestaron auxilio, logrando matar a la enorme serpiente.
Nababan es un sujeto afortunado, pues no corrió la misma suerte que Akbar Bin Ramli, de 25 años, que el pasado mes de marzo fue encontrado sin vida al interior de una pitón enorme. En Indonesia, los encuentros fatales entre serpientes y humanos son cada vez más frecuentes, esto se debe a que el hábitat natural de los animales está siendo devastado para dar espacio a las plantaciones. Esto las obliga a ir a sitios más habitados, donde los encuentros son inevitables.