No damos crédito a la broma de la que fue víctima este hombre.
Un grupo de adolescentes "arreglaron" su sillón favorito para que cuando se sentara, saliera volando. Y dicho y hecho.
El pobre abuelito brincó tanto del susto como del golpe y se dio tremendo sentón que lo obligó a permanecer en el suelo por varios minutos.