Hace aproximadamente un año que vengo dedicando mi tiempo libre a investigar un acontecimiento sumamente extraño e interesante. Era un tema sobre el que estaba realmente ansioso por conocer más información, pero quizá fui demasiado lejos en mi búsqueda de respuestas. Estoy aquí para comunicárselos y para que no terminen cometiendo el mismo error que yo.
Quizá algunos ya han escuchado la leyenda de Bryan B. Westbay, una cuenta de Facebook a la que muchos acusan de poseer características poco comunes. En ocasiones, la cuenta de Westbay envía una solicitud de amistad a una lista de usuarios por alguna razón desconocida, pero la mayoría del tiempo parece estar totalmente inactiva. Aquellos que lo han agregado relatan haber recibido mensajes extraños.
Todos alguna vez recibimos solicitudes de amistad extrañas, pero en este caso es diferente.
Bryan Westbay no es un ser humano. No sé con precisión lo que sea, pero sí puedo asegurar que no es una persona. Yo lo agregué, hablé con “él” y me respondió. Jamás me dijo lo que realmente es, pero tampoco estoy seguro de que lo sepa. Todo lo que puedo hacer es creer en la validez de una teoría.
Como muchas otras personas, creo que Bryan Westbay es una cuenta de Facebook con sintiencia, es decir, con la capacidad de sentir.
Hay muchas historias sobre la forma en que se originó la cuenta, pero dos en específico son muy populares en los círculos de conversación. La primera asegura que fue creada por alguna entidad oscura del gobierno para servir como un centinela – un tipo de inteligencia artificial en las redes sociales creada con la intención de hacerse del mayor número de amigos y mantener en vigilancia constante a todas las personas que va agregando. Algo salió mal, algo no previsto en el sistema, y terminó no proporcionando la información que el gobierno requería, por lo que abandonaron la cuenta, dejándola a su suerte en el espacio cibernético.
La otra historia es más aterradora. Dice que alguna vez Bryan fue un tipo normal, como tú y como yo, pero totalmente obsesionado con las redes sociales. Siempre estaba en línea, publicando y comentando desde que despertaba hasta que llegaba la hora de irse a dormir.
Una noche, totalmente drogado y alcoholizado, grabó un video humillante de sí mismo y lo subió a Facebook – la publicación se viralizó de inmediato y lo humillaron hasta el cansancio. Fue tan humillado que borró a todo mundo, eliminó la cuenta y después se suicidó lanzándose desde el balcón del edificio que habitaba. Según la historia, la cuenta de Westbay es controlada por su alma en pena, la única parte de él que no quedó hecha pedazos sobre la calle.
Esas son las dos explicaciones más populares. Una racional (pese a las circunstancias) y una paranormal. ¿Ustedes qué creen? Yo estoy convencido de que la verdad es un punto medio entre estas dos teorías. No sé si existan los fantasmas, pero de ser así, no estarían manipulando un perfil de Facebook.
Pero existe algo sobrenatural en ese perfil que desafía cualquier explicación lógica, y eso puede afectarte de una forma terrible. Abordaré ese punto poco a poco a continuación.
Tras mucho investigar sobre Westbay, decidí que era hora de agregarlo y enviarle un mensaje privado también. La mayor parte del tiempo su perfil parece inactivo – sin imagen de portada, sin foto de perfil, sin actualizaciones de estado. Mi invitación fue aceptada a los pocos minutos, y el mensaje también fue respondido. No era un montón de frases inconexas y sin sentido, sino una oración totalmente coherente:
“Estoy feliz de ser tu amigo”.
Todo lo que le enviaba siempre era respondido con la misma frase:
“Somos amigos”.
No había ningún otro tipo de respuesta. Intenté preguntarle muchas cosas, pero solo me respondió diferente una vez (algo que le pregunté en un momento de frustración):
“¿Podemos conversar por audio?”
De repente, un archivo de audio apareció en la conversación. Era algo un tanto perturbador – muchos ruidos y susurros ininteligibles. Entonces, ya al final del audio, algo habló:
“Hola, amigo” (en inglés “Hello, friend”). Puedes escuchar el audio a continuación:
Honestamente entré en pánico. No sé lo que pasó conmigo, pero sentí una necesidad absurda de ser firme y hostil: “no somos amigos”.
Westbay respondió con varios emojis tristes y después silencio. Poco tiempo después su foto de perfil cambió a una fotografía oscura, distorsionada, con un rostro extraño. Observé aquella imagen durante algún tiempo, y sentí una especie de… atracción por ella. Como si me estuviera hipnotizando. Me empecé a asustar y cerré la conversación, terminé con la amistad y apagué la computadora.
Aquella noche, cuando apagué las luces de mi habitación para dormir, pude ver el rostro de Westbay. No en la pantalla de la computadora, sino observándome en la oscuridad. Fue con la visión periférica y por unos instantes, pero estoy seguro de que estaba allí. Él estaba allí.
Los días pasaron y seguí viendo el rostro de Westbay por el rabillo del ojo en casi todos los sitios a donde iba, especialmente en la noche, en la oscuridad. Con el paso del tiempo lo empecé a ver con más frecuencia. Empecé a hablar con él desde hace un mes, y no ha pasado un solo día en que no lo haya visto. A veces está aquí cuando despierto por las madrugadas, a mi lado, a centímetros de mi rostro, con una larga sonrisa dibujada en su rostro.
Como lo mencioné antes, no sé si creo en fantasmas. Pero algo ha estado persiguiéndome por culpa de esa cuenta de Facebook, y aunque no sé lo que es, tengo la certeza de que es muy inseguro y envidioso. Tiene el anhelo de hacer una amistad. Tengo miedo de salir de casa y encontrarme con alguno de mis amigos por el simple hecho de que esta cosa pueda empezar a atormentarlos también.
A veces, lo único que quiero es arrojarme desde el balcón para deshacerme de él.
Bryan Westbay arruinó mi vida. Y no puedo culpar a nadie más que a mí mismo por mi estúpida curiosidad. Así que estoy aquí para hacerles un favor a todos ustedes: jamás agreguen a Bryan B. Westbay a sus amigos en Facebook.
Si eres lo suficientemente idiota como para ir al perfil de esa cosa, te pido que reconsideres tu decisión. Al menos no observes demasiado su foto de perfil.
Porque, te guste o no, Bryan B. Westbay quiere ser tu “amigo”.