El advenimiento de la fotografía generó una revolución sin precedentes en la realidad humana, sin miedo a equivocarnos podríamos asegurar que la invención de una máquina capaz de registrar imágenes “reales” cambió el mundo para siempre.
Giles Clement es uno de los pocos entusiastas que continua utilizando aquellos antiguos equipos y técnicas para realizar sus fotografías. Y si bien es cierto que en nuestros días el resultado no causa ningún espanto por la novedad, las imágenes aún son impactantes por su belleza y peculiaridad.
Tanto el equipo como los métodos de “revelado” de estas fotos utilizados por Giles datan de la mitad del siglo XIX, entre los años de 1850 y 1860. Las imágenes son reveladas sobre finas placas de estaño o en vidrio, y los dispositivos provienen de una época donde las cámaras se fabricaban de forma artesanal con piezas únicas, llenas de pequeñas fallas e imperfecciones que proporcionan a cada imagen personalidad y singularidad.
Desde aquella época hasta nuestros días, lo único que ha permanecido constante es la necesidad de la mirada humana para que resulte la mejor foto, una cosa que quizá ni el tiempo ni la tecnología pueda cambiar.
Después de ver estas imágenes quizás comprendas por qué temían que las fotografías les “robaran el alma”.
Todas las imágenes son propiedad de Giles Clement.