Esta es la historia de la pistola TP-82, una de las armas más extrañas de todos los tiempos, diseñada para la supervivencia de los cosmonautas soviéticos. Un viaje al espacio es un emprendimiento extremadamente arriesgado. No solo hay que depositar una absoluta confianza en el medio de transporte. También hay que revisar a conciencia que los intrincados y exigentes cálculos para llegar a destino sean los correctos.
Por otro lado, los astronautas deben depositar toda su confianza en las personas que los acompañan. Teniendo esto en cuenta, un viaje al espacio es la clase de situación donde resulta muy inadecuado llevar armas y municiones. Aunque, si eras un cosmonauta soviético, podría ser una buena idea.
Pistola TP-82 de Supervivencia Cosmonauta.
En cierto momento de la historia, la pistola TP-82 figuró como arma de servicio para los cosmonautas de la Unión Soviética. Aunque es una reliquia de la Guerra Fría, la verdad es que los soviéticos no previeron el uso de armas de fuego en el espacio. No las portaban para un eventual encuentro con seres extraterrestres. Y mucho menos para una batalla cuerpo a cuerpo en una estación espacial orbitando el planeta.
En ese sentido, los cosmonautas soviéticos veían los viajes espaciales de la misma forma que sus colegas estadounidenses. Por eso, el diseño y propósito de la TP-82 podría resultar algo confuso. Y es que la mayoría de los cosmonautas se dedicaban de lleno a la ciencia, no se trataba de soldados listos para la batalla. Aunque, esta curiosa pistola se diseñó para funcionar tanto en el espacio como en la Tierra, una vez que los cosmonautas aterrizaran.
El desarrollo de la Pistola de Supervivencia Cosmonauta empieza a mediados de la década de 1960. En 1965, Alexéi Leonov reingresa a la atmósfera terrestre, aterriza y completa la misión Voskhod 2. El único detalle es que la cápsula se sale de curso y cae en una zona alejada, en Siberia. El lugar donde aterrizó Leonov se encontraba a cientos de kilómetros del punto de aterrizaje original, donde el equipo de recuperación se quedó esperando.
Cosmonautas sobreviviendo en Siberia.
Además de las difíciles condiciones climáticas, la región de Siberia es famosa por su feroz fauna. Aunado a la presencia del temible oso pardo, en el territorio acechan tigres y lobos. Depredadores sumamente peligrosos ante los que un cosmonauta desarmado no tendría la más mínima oportunidad.
Así, los cosmonautas llegaron a la conclusión de que necesitaban un arma de fuego para defenderse de la temible fauna de Siberia y otras partes de la Unión Soviética. El gobierno simplemente complementó el equipo de supervivencia con una pistola Makarov. Sin embargo, los cosmonautas consideraron que no resultaba suficiente.
Los cartuchos de la Makarov no tenían el tamaño suficiente para derribar a los grandes depredadores siberianos. La diminuta mira de la pistola y el cañón con poca potencia se consideraron inadecuados. Querían un arma multiusos de la que pudieran echar mano para sobrevivir en las situaciones más desafiantes. Así nació la Pistola de Supervivencia Cosmonauta TP-82.
El diseño de la pistola TP-82.
Cabe destacar que Alexey Leonov aportó varias ideas para el diseño del arma. Aunque, el diseño y creación de la Pistola de Supervivencia Cosmonauta inició hasta 1981. Durante varios años, el arma se mantuvo como un secreto celosamente guardado por la Unión Soviética. Pero, eventualmente el secreto salió a la luz.
Después de eso, incluso astronautas de la NASA entrenaron con la Pistola de Supervivencia Cosmonauta TP-82 en sesiones de prácticas con cosmonautas rusos. Durante casi tres décadas, esta pistola fue un éxito. Hasta 2006, los cosmonautas rusos siguieron llevándola como “arma de cargo”. Solo imagina que sobrevives a algo tan extremo como un viaje al espacio, y que al regresar a la Tierra terminas hecho picadillo por un oso pardo.
Arma multipropósito.
Aunque a la TP-82 la referían como pistola, su diseño no era exactamente el de este tipo de arma. La Pistola Cosmonauta Soviética podía funcionar sin culata, característica que la convertía en una pistola. Sin embargo, era un arma de fuego con tres cañones capaz de disparar dos calibres diferentes. Los cañones superiores contaban con un canal liso, lo que permitía a la pistola disparar como una escopeta rusa.
Pero, el canal del tercer y último cañón era estriado. Gracias a esto la pistola TP-82 podía emplearse como recámara para rondas de rifle que mejoraban el alcance y la precisión. Esto resultaba particularmente útil si el cosmonauta debía cazar para sobrevivir. De hecho, la recámara de rifle que empleaba la TP-82 es la misma que la de un rifle AK-47 fabricado en Rusia.
El diseño de la pistola pretendía entregar un arma lo más compacta posible, pero sin restarle utilidad. Esta combinación de tamaño y utilidad es prácticamente una norma en todas las cosas diseñadas específicamente para ir al espacio. La culata de la Pistola de Supervivencia Cosmonauta TP-82 podía usarse como machete y servía a diversos propósitos.
Única en su tipo.
La pistola TP-82 se diseñó específicamente para los viajeros espaciales. Por eso es tan diferente a las armas militares que observamos en tierra. Tenía como fin asistir al cosmonauta en una situación de emergencia, para que pudiera matar al depredador y cazar a la presa mientras estaba varado en la nada.
Increíblemente, el arma no requería de mucho entrenamiento por parte del usuario y demostró su eficiencia bajo diferentes condiciones. Como extra, la Pistola Cosmonauta de Supervivencia podía disparar bengalas para señalar la posición al equipo de rescate. Indudablemente se trató de un arma versátil que sirvió a varias generaciones de cosmonautas una vez que ingresó al mundo de los viajes espaciales.
La pistola TP-82 se diseñó y fabricó en una época de paz para salvaguardar la vida de muchos cosmonautas rusos.
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