Un grupo de canguros inusualmente agresivos mantiene en jaque a los habitantes de Maaroom, una pequeña localidad en la costa este de Australia. Decenas de animales invadieron el lugar y los ataques hacia humanos se han vuelto preocupantes. Actualmente, los residentes evitan salir de casa y cuando tienen que hacerlo llevan armas para defenderse.
“Son demasiados como para contarlos”, señala Karen Sutcliffe, administradora de un parque de remolques en Maaroom. “Ahora, las personas andan por ahí con palos. Tengo ganas de ir a pescar, pero no lo haré. Temo que un canguro pueda sorprenderme. Son tan rápidos que nunca sabes de dónde salen”, confiesa Sutcliffe.
La invasión de canguros en Maaroom.
La ciudad en cuestión se ubica a unos 250 km de Brisbane y su población apenas supera los 200 habitantes. En un altercado reciente, una anciana de 67 años resultó agredida por uno de estos canguros “invasores”. Terminó hospitalizada con múltiples marcas de mordidas y una fractura en el fémur. En otro ataque, un canguro empujó a un hombre provocándole una lesión en la columna vertebral.
Los etólogos expertos en el comportamiento de esta especie coinciden en que la repentina prevalencia de canguros es algo inusual. Según los registros históricos, la única muerte por ataque de canguro registrada en la historia de Australia aconteció en 1936. Además, es un hecho comprobado que los canguros que atacan humanos son machos. Sin embargo, en el caso de Maaroom también las hembras muestran un comportamiento agresivo hacia nuestra especie.
“Aunque en Queensland se registren numerosos ataques de canguros, la mayoría de las veces se trata de machos”, explica Frank Mills, gestor del Departamento para el Ambiente y el Patrimonio de Australia. Generalmente, estas agresiones están vinculadas a un marcaje de territorio o la época de apareamiento.
Extraño comportamiento.
Mark Sidaway, un residente de Maaroom, señaló en una entrevista que los canguros llegaron a la ciudad en masa para alimentarse del abundante pasto. Y es que las condiciones meteorológicas de los últimos años propiciaron su crecimiento desmedido. Mills asegura que ya recibieron reportes de residentes que fueron atacados por canguros mientras los alimentaban.
Alimentar a estos animales “puede tener un efecto negativo y, de hecho, motivarlos para que se acerquen a los humanos”, agregó. “Otra situación que sucede con regularidad es que los residentes usan explosivos de gel para ahuyentar a los canguros. Esta práctica puede influenciar negativamente la forma en que los animales ven a los humanos, haciéndolos todavía más agresivos”, advirtió.
Actualmente, el gobierno australiano no tiene planes de sacrificar a los canguros de Maaroom. “Esperamos que los habitantes reciban el mensaje y dejen de maltratarlos”, mencionó Mark Sidaway, quien considera que esta es la mejor solución para que los animales dejen de atacar a sus vecinos.
Nota cortesia de Anne ♥ Beto
No hay comentarios:
Publicar un comentario