Hace 6500 años, una mujer adornaba su pelo con 169 anillos de oro. Este hallazgo arqueológico en Rumanía también reveló 800 cuentas de nácar y un brazalete de cobre decorado. Gabriel Moisa, administrador del museo Țării Crișurilor, asegura que el tesoro localizado dentro de la sepultura pertenecía a una mujer extremadamente rica.
«Hablamos de un hallazgo sorprendente. Pues un tesoro con estas características no existe en Europa Central y Oriental. Es sumamente extraño, pues el oro acababa de descubrirse en el Neolítico. Todo apunta a que la tumba era de una mujer extremadamente rica. En Sântandrei no tenemos ni la más mínima sospecha de quién se trataba. Cuando esté listo, presentaremos el tesoro al público», señaló Moisa en una entrevista para una agencia de noticias local.
En la misma conferencia de prensa, algunos de los anillos de oro y las cuentas de nácar se exhibieron al interior de una vitrina. «Nos interesa descubrir a qué tipo de cultura pertenecía esta persona. También si los anillos se fabricaron con oro proveniente del archipiélago de Transilvania», explica el director del museo rumano.
Una mujer rica y desconocida.
Los arqueólogos están convencidos de que se trataba de una mujer, no solo por las características de la osamenta, también por el hecho de que no la sepultaron con armas. «El tesoro es un hallazgo sensacional para la época, especialmente si consideramos que todas las piezas arqueológicas de oro en la cuenca panónica apenas suman las 150 piezas. En este caso, un solo inventario contabiliza más de 160”, recalcó Călin Ghemiş, arqueólogo líder de la excavación.
Las características del esqueleto apuntan a que se trataba de una mujer alta y muy bien alimentada. Además, las buenas condiciones de sus piezas dentales abonan a la hipótesis de que pertenecía a una alta clase social. Fragmentos de hueso se enviaron a un laboratorio en Países Bajos, dónde realizarán una datación por radiocarbono y pruebas de ADN.
Nota Cortesia de Marcia pellejos
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