lunes, 26 de julio de 2021

LA SIRENITA DE COPENHAGUE 🧜‍♀️

 


 La Sirenita de Copenhague fue creada a comienzos del siglo XX por el escultor Edvard Eriksen, gracias al encargo de la familia Jacobsen, propietarios de la fábrica de la famosa cerveza Carlsberg.

Se cuenta que Eriksen pretendía tomar como modelo a una famosa bailarina del Ballet Real, llamada Ellen Price, pero ante la negativa de esta a posar desnuda, terminó empleando como referencia a su propia esposa.

Como hemos comentado, esta pequeña sirena de bronce -que a pesar de medir poco más de un metro pesa casi 180 kilos-, se esculpió en homenaje al cuento de Andersen (un relato, por cierto, bastante más oscuro que la edulcorada versión de Disney que todos conocemos).

Posteriormente, la familia de empresarios cerveceros la cedió al ayuntamiento, que decidió instalarla sobre una roca en el Parque Langelinie, junto al puerto de Copenhague, y convertirla en icono de la ciudad.

La dura existencia de la Sirenita

Desde que fuera instalada en su roca en el año 1913, la Sirenita de Copenhague ha sido víctima de todo tipo de perrerías y reivindicaciones varias: ha sido decapitada dos veces; le han amputado un brazo y la han pintado de diferentes colores a lo largo de los años.

Hasta ha llevado un burka -que alguien le puso a modo de protesta contra la entrada de Turquía en la Unión Europea- y, lamentablemente, hasta un traje del Ku Klux Klan.

A pesar de todos estos actos vandálicos, siempre se la ha vuelto a restaurar (ya que se conservan los moldes originales) y así ha conseguido cumplir, recientemente, un centenario de vida.

El monumento más visitado de Dinamarca

No todo han sido disgustos en la larga vida de esta sirena: en 2010 viajó hasta Shangai, donde presidió el pabellón danés durante la Expo.

Además, desde hace unos años cuenta con compañía, pues su alter ego masculino, llamado Han, fue instalado en Elsinor, otra localidad danesa. También está subido a una roca y también mira lánguidamente hacia el mar, aunque en este caso está hecho de acero inoxidable.

La Sirenita también tiene una hermana moderna, instalada en el año 2000 a unos cuantos metros de ella. Se trata de una escultura de Bjorn Noergaard, conocida como La Sirenita genéticamente alterada.

A pesar de que algunos turistas se sienten decepcionados cuando la ven por primera vez, la Sirenita es un símbolo indiscutible de la ciudad de Copenhague y el monumento más visitado de Dinamarca.


Cortesía del Coqueto



 

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