sábado, 10 de julio de 2021

50% de los ríos del planeta se secan

 Al escuchar “río”, la mayoría imagina una corriente natural de agua que fluye incesantemente y desemboca en el mar o un lago. ¿Pero, qué sucede cuando un río se detiene? Los científicos proponen repensar la definición de estos cuerpos de agua, pues incluso cuando un río se seca sigue siendo río.

rio completamente seco(1)

De hecho, una nueva investigación encontró que el 51% de todos los ríos del planeta detiene su flujo al menos un día al año. En las zonas donde el clima es frío suceden congelaciones temporales. Pero, en las regiones cálidas la evaporación del agua llega a interrumpir el flujo. El ejemplo más famoso es Australia, donde 3 de cada 10 ríos no son perennes.

Los investigadores llegaron a esta conclusión mientras realizaban un mapa con todas las vías navegables no perennes del planeta. En ese proceso, detectaron la existencia generalizada de ríos que detienen su flujo. Prácticamente en todas las redes de ríos de la Tierra existe un canal que detiene su flujo periódicamente.

“Los ríos y riachuelos no perennes son ecosistemas extremadamente valiosos. Allí habitan distintas especies que se adaptaron a ciclos de presencia y ausencia de agua. Estos ríos no sólo contribuyen al control en la calidad del agua, también pueden convertirse en fuentes esenciales de agua y alimento para los humanos. Sin embargo, generalmente están mal administrados o excluidos de las acciones de gestión y leyes de conservación, pues simplemente los ignoran”, señala Mathis Messager, ecohidrólogo de la Universidad McGill, en Canadá.

La importancia de los ríos no perennes.

En el pasado, los ríos no perennes se consideraban menos valiosos y por eso la tendencia a excluirlos de labores de conservación. Tan es así que muchos de estos ríos ni siquiera tienen nombre o aparecen en los mapas. Sin embargo, eso no significa que no sean importantes para el suministro de agua dulce en todo el mundo.

En conjunto, esos ríos intermitentes y riachuelos originan flujos de agua mucho más potentes que alimentan caudales principales. Además de contribuir en la reducción de inundaciones, reabastecen agua al subsuelo, reducen la contaminación y sirven como hábitat tanto de plantas como animales.

Por eso, los investigadores creen que ignorar estos cuerpos de agua es una equivocación. Sobre todo, en estos tiempos que enfrentamos un acelerado cambio climático. Tan sólo en las últimas cinco décadas, el uso del suelo y calentamiento global han venido interrumpiendo el flujo de ríos y riachuelos.

“Ante los cambios globales continuos, anticipamos que una parte cada vez mayor de la red pluvial del planeta deje de fluir temporalmente en las próximas décadas”, advierten los investigadores.

A causa de esto, los autores sugieren un cambio de metodología tanto en la investigación como conservación de los ríos. Abogan por incorporar ríos y riachuelos no perennes en los estudios. Además, hacer un esfuerzo por protegerlo de la misma forma que se hace con los ríos que fluyen continuamente.

 “Los principios de la hidrología, biogeoquímica y ecología de ríos se desarrollaron para y a partir de flujos de agua perennes. Entonces, tradicionalmente asumimos que el flujo del canal en la superficie debe mantenerse todo el año. Aquí, demostramos que es una suposición inválida para la mayoría de los ríos en la Tierra, lo que fortalece solicitudes previas para consolidar disciplinas acuáticas y terrestres en la ciencia de los ríos”, finaliza el artículo.

Cortesia de Don Chava nalgas secas 



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