La prensa en China divulgó el impactante caso de una niña de 13 años en una isla desierta. Sus propios padres la llevaron al inhóspito lugar como una forma de educarla. Y de no ser por el pescador que la encontró, probablemente nadie nunca se habría enterrado. ¿Crees que tus padres emplearon métodos poco ortodoxos para domarte en la adolescencia? Echa un vistazo a este caso.
La semana pasada, un pescador local acudió a la policía de Weihai, una ciudad portuaria en la prefectura de Shandong. El hombre notificó la presencia de la niña en una pequeña isla desierta, a algunos kilómetros del continente. Al hacer contacto, la pequeña le dijo al pescador que sus padres la tenían en esa isla contra su voluntad.
La joven suplicó porque la llevara de regreso a la costa, pero el hombre se negó. Al arribar a la isla, los agentes del orden encontraron a la niña acompañada de sus padres. En ese momento se enteraron que estaba allí para aprender una lección. En la retorcida mente de estos adultos, llevarla a una isla desierta le enseñaría sobre las dificultades y adversidades de la vida.
Los padres intentaron defenderse argumentando que la niña era rebelde y malcriada. Además de no ir a la escuela, apenas y salía de su habitación para alimentarse. En un principio intentaron razonar con la joven, pero el diálogo no funcionó. Al considerar que desperdiciaba su potencial, sus padres tomaron medidas drásticas para corregir su mal comportamiento.
Supervivencia como forma de educación.
La pareja incluso consultó a un experto en supervivencia de los asistió en la “misión”. Así, el matrimonio llevó a su hija de 13 años a una isla desierta cerca de la costa. Y se instalaron con la esperanza de que estimulara su potencial al sobrevivir a la adversidad. Pero, las cosas no salieron según el plan y, en lugar de desarrollar sus habilidades de supervivencia, la niña pidió ayuda.
Mientras sus padres estaban descuidados, se escabulló e hizo algunas señas a los pescadores para que la rescataran y llevaran de regreso a tierra firme. “¡No puedo quedarme! Me obligan a vivir en esta isla desierta”, habría dicho la joven a los pescadores. “Solo tenemos agua y galletas. Ni siquiera pueden hacer una fogata. ¿Me llevarían de regreso a la costa?”.
Incluso con presencia policial, inicialmente los padres de la niña se negaron a abandonar la isla. Argumentaban tener todo lo necesario para garantizar su supervivencia, además del aval de un experto en el tema. Insistieron hasta el cansancio en mantener su extraño programa de educación.
De hecho, al padre le resultaba maravilloso que su retoño lograra comunicarse con el pescador. Antes, la joven apenas y dirigía la palabra a sus familiares. Así que veía la conversación con un extraño como un gran avance en el proceso. Finalmente, la policía persuadió a la familia de regresar a la costa y la historia terminó allí.
Cortesia de Doña Natu la desmadrosa de los blogs
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