Previo a la llegada de la fotografía, era algo complicado imaginar la apariencia de las personalidades en el pasado. En el mejor de los casos se tenían pinturas, esculturas, monedas o huesos. Fueron pocos los artistas cuya habilidad les permitió representar con total realismo la apariencia de otras personas y, entre más regresamos en el tiempo, peor se vuelve esta fidelidad.
Tal vez, por eso las obras del fotógrafo Bas Uterwijk, con sede en Ámsterdam, resulten tan inusuales. Valiéndose de sus habilidades con CGI, la animación y los efectos especiales proporciona a personalidades de épocas pasadas una imagen sumamente detallada y realista. Como si los hubieran fotografiado en alta resolución.
En 2019, tras experimentar con una fotografía de Billy The Kid (un famoso forajido estadounidense del Viejo Oeste retratado en múltiples ocasiones en el cine), Uterwijk inició este portafolio con resultados interesantes.
La segunda recreación que el fotógrafo realizó partió de una pintura de Napoleón Bonaparte. “Los resultados no fueron malos, pero estaban lejos de la perfección”, comentó el artista. Meses después volvió a intentarlo, y esta vez el resultado fue admirable.
“Considero que el rostro humano no ha cambiado mucho en miles de años. Si quitamos el maquillaje y los peinados, los individuos que vivieron en el pasado se parecen mucho a nosotros. Aunque nos acostumbramos a verlos en imágenes estilizadas”.
Uterwijk emplea una mezcla de redes neurales generativas, sus habilidades con la computación gráfica y efectos especiales para crear un retrato. Una de las herramientas más útiles es Artbreeder, un software especializado capaz de procesar miles de imágenes de personas reales.
En este trabajo, la Inteligencia Artificial tiene el mayor control posible sobre el resultado. Sin embargo, Uterwijk dice que “la red neural todavía funciona muy mal con ilustraciones, iluminación y peinados clásicos a comparación de imágenes reales de humanos. Por eso es que debo detallar los retratos en Photoshop y otros programas”.
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