De cierta forma, todos estamos conscientes sobre que existen multitud de formas por las que podríamos morir en cualquier instante, está en la naturaleza humana y en un programa de televisión. Bien podrías ser atropellado por un autobús, alcanzado por un meteorito o un fragmento de orina congelada descartado desde un avión, podrías asfixiarte mientras comes una pieza de pollo, sufrir un ataque cardíaco, el ataque de un oso o – el más mortal de todos un – “beart attack” (un ataque cardíaco provocado por el ataque de un oso). Quizá ahora te encuentres en estado de alerta, pero son tantas las formas de morir que quizá nunca escuchaste…
1 – Todo lo que llevas puesto podría matarte de una forma horrible.
El “síndrome de Isadora Duncan” fue bautizado así debido a, evidentemente, Angela Isadora Duncan: una famosa bailarina que murió de una forma tan extraña que un síndrome terminó llevando su nombre. En el año de 1927, Duncan se subía al automóvil de uno de sus admiradores, instantes después estaba muerta por culpa de su bufanda, prenda que se había atorado en una de las ruedas traseras del vehículo.
Pero no fue la única, ni tampoco es una forma de morir característica de la década de 1920. La maquinaria industrial aplasta y mata todos los años a una cantidad considerable de trabajadores humanos que aún no han sido sustituidos por robots inquebrantables. El equipamiento agrícola mata a los agricultores más rápido y más frecuentemente que los efectos secundarios indiscriminados de los productos Monsanto. No es tan emocionante como tomates mutantes asesinos, pero es algo mucho más letal y real.
Y no hay que tener un admirador con automóvil para que la bufanda pueda enredarse en una de las ruedas, la ropa que llevas puesta puede hacer que termines atropellado por el metro. La ropa mata a tantas personas en las estaciones de Metro que no puede considerarse esto una novedad. Ya sea el bolso de una mujer atorado en la puerta del vagón o los cordones del calzado engullidos por las escaleras mecánicas, los ejemplos son muchos y deprimentes: cualquier pequeño artículo de ropa suelta puede arrastrarte hasta la muerte o, literalmente, dejarte destrozado.
Este es un problema particularmente preocupante en la India. Allá, las mujeres usan largas vestimentas tradicionales llamadas
dupatta, que son como imanes para las piezas mecánicas móviles. Esto resulta particularmente factible en los equipos agrícolas y las motocicletas, muy populares en el país debido a los problemas de tráfico.
Un estudio dio seguimiento a 12 de estos casos entre 2004 y 2006, 11 de los cuales resultaron en cuadriplejia; sin embargo, tres de los casos retrocedieron rápidamente.
En el vecino país de Pakistán las lesiones industriales son igual de comunes. Allí, las largas y múltiples capas de ropa, como
vestidos y mantas, son constantemente succionadas por las ruedas de motocicleta. Tan sólo en Karachi, la ciudad con mayor densidad demográfica en Pakistán, se presenta
un caso al día, lo que significa que no importa dónde te encuentres en el mundo, probablemente exista una máquina cerca esperando ansiosamente para devorar el primer trozo de ropa que le pase por enfrente.
2 – Un mortal rayo puede surgir de un cielo despejado en cualquier momento.
De acuerdo con el Lighting Branch of the National Weather Service,
existen cinco formas distintas a través de las cuales un rayo puede venir a matarte. Pero una de estas formas resulta especialmente impactante y aterradora: incluso
con un Sol radiante y un cielo despejado, puedes ser derribado por un rayo capaz de atravesar una ciudad entera hasta encontrarte, como este que cruzó las fronteras de un condado, visible en la gráfica inferior izquierda:
Existe
el caso de un rayo que viajó más de 9 millas a partir de la tormenta originaria para caer cerca de un conjunto de apartamentos. Además, como si no fuera ya lo suficientemente aterrador,
estos rayos presentan una carga eléctrica superior a los convencionales. Y tiene sentido: te odian de una forma épica y personal. Es de aquí de donde el rayo obtiene su energía: del odio puro y desenfrenado. Directo hacia ti.
De acuerdo con las observaciones hechas parece que atacan a humanos solitarios con una precisión letal. Un turista en un día completamente soleado paseando a lo largo de Daytona Beach fue
alcanzadodirectamente en el pecho por uno de estos rayos que se originó a unos cuantos kilómetros de distancia. De igual forma, un hombre pereció en una playa de Nueva Jersey mientras jugaba, junto con otra persona, fútbol en un día completamente soleado. Un paisajista encontró el mismo destino bajo un cielo despejado en Miami y muchos otros han resultado heridos por ataque semejantes.
¿Entonces, qué se puede hacer contra esto? La primera opción es que vayas a vivir a una cueva y la segunda es seguir adelante y hacer las paces con la muerte.
3 – Un ligero golpe en el pecho puede detener tu corazón.
No existe prueba científica de que un maestro en artes marciales tenga la capacidad de tocar el pecho de alguien y detener su corazón. Desafortunadamente, la historia que nos presentan en Kill Bill (aún) no se considera científicamente válida. Pero hay algo parecido que te puede suceder cada vez que algo te toca el pecho.
Sí, el “
toque de la muerte” se está cobrando vidas en la realidad, no en torneos de artes marciales clandestinos, sino en eventos deportivos juveniles – principalmente de béisbol y hockey. Científicamente se le conoce como “
commotio cordis”, y no se requiere de ningún anciano haciendo movimientos extraños con las manos, es suficiente con el impacto de una bola de béisbol o un disco de hockey encima del corazón, exactamente en la región derecha del ciclo cardíaco. Existe un
margen de error de 10 a 20 milisegundos, una fracción de tiempo 20 veces más rápida que un parpadeo.
Incluso un golpe aparentemente inofensivo puede desencadenar un “commotio cordis” – un bastón de plástico hueco, el entrenamiento moderado de la lucha de contacto – básicamente cualquier contacto con el pecho puede terminar con la muerte. Estadísticamente, el “commotio cordis” es casi exclusivo de atletas masculinos con edad no mayor a 20 años y generalmente ocurre durante eventos deportivos.
Entre 1996 y 2010 se registraron 224 casos de “commotio cordis”. Aunque
se registran de 10 a 20 ocurrencias nuevas cada año, los investigadores creen que existen numerosos casos que aún no fueron registrados. Su mortalidad atiende principalmente al hecho de que, si ocurre un commotio cordis, se necesita un desfibrilador para traer al corazón de vuelta a la acción. Con cada minuto de espera para recibir la descarga, la probabilidad de vida
se reduce en un 10%. Por eso, toma nota: siempre ten un desfibrilador a la mano, pues en cualquier momento puedes necesitar dar, o recibir, un triunfante choque en el pecho. Otra alternativa es que jamás hagas algo que pueda generar una colisión con tu pecho. Probablemente estar sentado en la oficina no representa ningún riesgo, pero ahora tienes un nuevo pretexto para justificar tu falta de actividad.
4 – Un árbol puede engullirte por completo.
Las personas que practican esquí están conscientes de los peligros del deporte. Desde una avalancha hasta una simple caída, los peligros de muerte en temporada de esquí se encuentran en todos lados. Pero, mientras estás preocupado por un golpe en la cabeza o el ataque de un hombre de las nieves, los árboles esconden un secreto. Un secreto mortal.
Cuando nieva, las ramas bajas de los árboles abrigan la base, produciendo un bolso de nieve con aire adentro. “Nieve y aire libremente acumulados” quizá no parezca algo asustador, pero es precisamente lo que estos árboles asesinos quieren que pienses. A medida que el nivel de la nieve sube alrededor, la mezcla más fluida actúa como una especie de “nieve movediza”, esperando que los esquiadores se aproximen a ella.
Muchas veces los pozos en estos árboles son engañosamente profundos. Y por lo general las víctimas caen en estas trampas de cabeza, lo que significa que pueden hacer muy poco para liberarse.
Las caídas en pozos de árboles representan un 20% de las muertes en el snowboard y esquí mediante el “sofocamiento por inmersión en la nieve”. Si eres lo suficientemente desafortunado como para que te atrape un árbol, lo mejor que puedes hacer es cortarle la cabeza al árbol, para que todos los demás árboles en el bosque sepan que no te andas con juegos. Si por cualquier motivo esto no te resulta viable, no te queda más que esperar a que un compañero acuda a “desenterrarte”.
Puedes intentar balancearte de adelante hacia atrás para generar una bolsa de aire de tamaño considerable, después utilizar las ramas que están cerca para empujarte hacía la superficie. Pero es más fácil decirlo que hacerlo, principalmente si consideramos que estarás luchando contra la acumulación de nieve suelta que comprime tus pulmones ya congelados. Probablemente lo mejor es aceptar morir de la forma más loca que sea posible, con dos esquís que se ocultan en la nieve en ángulos extraños. Regálale una sonrisa al equipo de rescatistas que recuperarán tu cuerpo.
5 – Puedes ahogarte en tierra firme, en cualquier lugar y sin agua.
En el 2008 la muerte de un niño llamado Johnny Jackson sacó a flote una condición oscura y muy aterrorizante, conocida como ahogamiento atrasado. Jackson murió ahogado, pero contrario a la mayoría de las víctimas de ahogamiento, el niño de 10 años de edad murió mientras dormía. En su cama. Una cama antigua, sin agua, muy normal y que no estaba cerca de ninguna piscina. Ni siquiera había un sistema de riego automatizado en ejecución.
Sí, es perfectamente posible que te ahogues en tierra firme. De hecho, hay dos formas diferentes: ahogamiento seco y ahogamiento atrasado.
El ahogamiento seco tiene lugar poco después de dejar el agua; si el líquido ingresó en la nariz o en la boca, puede desencadenar una reacción natural del cuerpo para apretar la laringe cerrándola, impidiendo que el líquido ingrese a los pulmones. Desafortunadamente, es un reflejo que funciona bastante bien y también impide que ingrese el aire. Por lo que sabemos, las vías respiratorias necesitan precisamente de aire para funcionar. Está implícito en el propio nombre.
Un ahogamiento se clasifica como “seco” cuando la laringe hace su trabajo y el agua
no alcanza los pulmones. Esto es de poca importancia para la mayoría de nosotros, pues quién no ha visto a una persona sofocarse después de salir de una piscina, simplemente a causa de una laringe exagerada.
Por otro lado, el ahogamiento retardado funciona de forma diferente, puede suceder hasta 24 horas después de nadar. Incluso aunque una pequeña cantidad de agua ingrese a los pulmones, esto puede desencadenar una acumulación de fluido e inflamación. A medida que pasa el tiempo, la condición impide la transferencia de oxígeno, disminuye los latidos cardíacos, puede inducir vómito nocturno y subsecuentemente una sofocación y, finalmente, un paro cardíaco.
Lo sabemos: la idea de que existe una posibilidad de ahogarte a lo largo de un día entero después que has estado en una piscina es terrible. No existe un motivo real para preocuparnos, el agua también puede ingresar en los pulmones a través de actividades tan extremas como
saltar de un trampolín o disparar una pistola de agua.
El ahogamiento retardado afecta principalmente a los niños, pero generalmente se puede revertir si llegas a tiempo al hospital, y tan sólo representa entre el 1 y 2% de las muertes anuales por ahogamiento. Aun así, ya sembramos la idea del ahogamiento seco en tu cabeza, y jamás volverás a ver una piscina de la misma forma.