John Smith

 La historia sobre el astronauta John Smith se divulga a principios de la década del 2000. Se hablaba de un joven astronauta perdido en el espacio desde 1973, que resurgió inesperadamente en el año 2001. Supuestamente, este personaje estaba a cargo de una misión secreta financiada por el pentágono en la década de 1970.

John Smith tripulaba una nave disfrazada de satélite con el objetivo de estudiar el espacio orbital. Durante las primeras 72 horas, la misión transcurrió con normalidad. Pero, eventualmente el sistema de posicionamiento de la nave falló y John se atascó en los cinturones de Van Allen. Hablamos de dos zonas en la magnetosfera terrestre donde abundan las partículas cargadas de alta energía.

Un astronauta perdido en el espacio.

La alta exposición a la radiación en el espacio impactó negativamente tanto el cuerpo del astronauta como el equipo electrónico de la nave. Pese a los múltiples intentos del centro de control en Tierra por recuperar el control, la NASA concluyó que la misión resultó un fracaso y dieron por muerto a John Smith. Todos los intentos de restablecer la comunicación con el astronauta fueron en vano.

Evidentemente, el incidente conmocionó sobremanera al equipo de la NASA encargado de la misión. Sin embargo, el jefe de la oficina solicitó expresamente que actuaran con cautela y olvidaran lo sucedido. Que siguieran trabajando con normalidad. El lanzamiento de este falso satélite se anunció como una misión fallida.

Cada una de las personas que tuvieron conocimiento de la tragedia simplemente guardó silencio. Sin embargo, en 2001 un astrónomo aficionado en Fiji detectó un extraño objeto en la órbita terrestre, a unos 470 kilómetros de altitud. Poco después, este astrónomo amateur contactó a la NASA para notificarles el hallazgo.

Poco después de recibir el correo electrónico, la NASA apuntó sus herramientas de observación a la región del espacio indicada por el astrónomo aficionado. Tras un profundo análisis del objeto, la agencia espacial estadounidense revisó los archivos y encontró que se trataba de la nave espacial lanzada en 1973. La misma donde John Smith habría muerto. El equipo intentó que los sistemas de la nave respondieran, pero la conexión resultó infructuosa nuevamente.

Finalmente, cuando el “satélite” alcanzó la altitud necesaria la agencia estadounidense lo sacó de órbita. Esto sucedió en 2001, y cuando el equipo de rescate abrió la compuerta de la cápsula se llevó una terrible sorpresa. Al interior estaba John Smith, aquel astronauta que se perdió en el espacio en 1973. Aunque inconsciente debido a la alta temperatura, seguía vivo.

El regreso de John Smith.

Las primeras señales de vida en el cuerpo del astronauta surgieron cuando su temperatura corporal empezó a estabilizarse. Rápidamente se convocó a un equipo médico y posteriormente especialistas en medicina criogénica se presentaron para ofrecer un tratamiento a Smith.

Conforme pasó el tiempo, las personas que lo conocían se percataron de que no era el John Smith del pasado. Parecía un clon, y los médicos empezaron a sospechar de esto conforme analizaban el historial clínico del paciente. Por ejemplo, los registros señalaban que Smith tenía una cicatriz considerable de una lesión que sufrió en las costillas cuando era pequeño. Sin embargo, el torso del astronauta lucía intacto.

Además, los colegas de Smith sabían que tenía algunos problemas con las matemáticas avanzadas. Pero, el astronauta que recuperaron de la órbita resolvía hasta los problemas más avanzados con extrema facilidad.

También encontraron otras variaciones anatómicas. Por ejemplo, el corazón del nuevo John Smith se encontraba situado en el lado derecho, aunque siempre lo tuvo en la posición normal. Por si fuera poco, en la bitácora del astronauta encontraron 50 páginas repletas de caracteres desconocidos.

Para los expertos, el ente que bajó de órbita no era más humano. Se trataba de una especie de humanoide sin ningún tipo de conexión con el astronauta John Smith, más que su apariencia. Entonces sucedió lo impensable: días después de que terminaran las evaluaciones, desapareció. Al menos es lo que se cuenta. Otros creen que Estados Unidos lo encerró y clasificó toda la información sobre el caso.

Los teóricos de la conspiración han construido una historia bastante sólida en torno al caso de John Smith. Sin embargo, todavía sigue apareciendo una especie de leyenda urbana.

Nota cortesia de Monita Maussan