En un inesperado encuentro de vida salvaje, un pescador divisó a una anaconda apareándose con una docena de machos. Sucedió a finales de octubre, cuando un pescador de 54 años llamado Vanderlei Cortez detectó a un montón de serpientes en un ritual de apareamiento en el río Paraná, en la región noreste de la ciudad brasileña homónima.
“Es común que encuentre muchos animales por allí, incluso anacondas. Pero, en esa cantidad y unas encima de otras, nunca lo había visto. En ese momento me sorprendió mucho”, señaló el investigador para una entrevista a la prensa brasileña. Las imágenes, filmadas por Vera Lúcia, la esposa de Vanderlei, terminaron viralizándose en redes sociales.
El salvaje apareamiento de las anacondas.
Aunque observamos una escena que parece “desorganizada”, en ese revoltijo de reptiles se libra una autentica batalla para perpetuar los genes. Los machos están “peleando” para conquistar a la hembra, que opta por posicionarse debajo de ellos para evitar aplastarlos. En ocasiones, ningún macho logra conquistarla y la anaconda hembra sigue su camino en soledad.
En época de apareamiento, no existe un número máximo de parejas para la anaconda. Por eso vemos tal concentración de machos. Además, es el apareamiento de las anacondas es un proceso que solo acontece cada dos o tres años y puede extenderse durante varios días.
Nota cortesia de Doña Naturella
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