Una tríada de enfermedades respiratorias conformada por gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS) y la COVID-19 estresa los sistemas de salud en Estados Unidos, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y otros países de América Latina. Algunos medios empiezan a referirla como “tripledemia”, por la coexistencia de tres epidemias que han abarrotado las salas de pediatría en estos países.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que en estos lugares se manifiesta una combinación de las enfermedades respiratorias antes mencionadas. Además de las nuevas variantes de COVID-19, surgieron dos variantes de la influenza A y el VRS, con potencial para causar neumonía y bronquiolitis.
La triada de enfermedades cursa con sintomatología común: congestión, tos, fiebre, dolor de garganta y dolor de cabeza. Para la mayoría, algunos días de reposo y medicamentos para amortiguar las molestias son suficientes para superar la enfermedad. Sin embargo, los individuos con sistemas inmunológicos comprometidos pueden desarrollar complicaciones graves.
El ataque simultaneo de tres virus, especialmente antes de la temporada invernal, puede colapsar los sistemas de salud. En cuestión de semanas, el número de personas podría crecer tanto que la escasez de personal y camas en los hospitales sería palpable entre la población.
Los sistemas de salud bajo estrés.
“El temprano y drástico incremento del VRS ya estresa las unidades pediátricas de los Estados Unidos. Esto ha provocado que las salas de espera se llenen con personas esperando recibir tratamiento. Por lo que los sistemas hospitalarios empezaron a transferirse personal y recursos”, se lee en un artículo publicado recientemente por el New York Times.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advirtieron que, en algunas regiones de los Estados Unidos, el VRS “registra niveles máximos estacionales”. Por otro lado, el informe epidemiológico de la OPS especifica que “la mayor parte del país reporta un aumento precoz en la actividad de la influenza”.
En los CDC también apuntan que ésta es la peor temporada de otoño para esta enfermedad desde la pandemia de gripe porcina (H1N1), en 2009.
Las enfermedades respiratorias llegaron temprano.
Los especialistas se muestran sorprendidos de que la tríada de enfermedades se disemine con tal velocidad cuando ni siquiera estamos a mitad del otoño en el hemisferio norte. Algunas estimaciones sugieren que la gripe llegó con más de un mes de antelación. Según datos de los CDC, al 22 de octubre ya provocaba 6900 hospitalizaciones y 360 decesos en territorio estadounidense.
En Chile y Argentina también se registró un incremento en el número de casos de influenza A. Según la OPS, las principales responsables son dos variantes de gripe porcina que circulan al mismo tiempo: H3N2 y H1N1. Además, advirtieron que “la actividad del VRS es alta en Brasil y Uruguay”.
Tríada de enfermedades respiratorias: fenómeno post pandemia.
Los expertos consideran que esta “tripledemia” es un fenómeno post pandemia influenciado por diversos factores: “el principal es que el coronavirus se convirtió en un nicho epidemiológico entre 2020 y 2021. En ese lapso, prácticamente fue el único virus que circuló entre la población”, explica el pediatra argentino Gustavo Pueta.
“Gracias a la vacunación esta circulación se detuvo, y todos los virus que solían aparecer a lo largo del año surgieron exponencialmente”, agregó. Pueta asegura que nunca antes vio algo parecido en sus tres décadas de carrera.
Baja inmunidad.
Otro factor post pandemia que, se cree está contribuyendo a la tríada de enfermedades respiratorias, es la baja inmunidad entre la población. Especialmente los niños, cuya exposición a los patógenos comunes estuvo limitada por el distanciamiento social. Básicamente, estos pequeños no desarrollaron defensas adecuadamente. “Es la tormenta perfecta”, asegura Pueta.
Un gran porcentaje de los bebés que nacieron antes o durante la pandemia jamás estuvieron expuestos a virus como el VRS. Hablamos de un virus tan común que, según Mayo Clinic, la mayoría de los niños se contagia en los primeros dos años de vida. Por estas épocas, las salas pediátricas deben estar recibiendo tanto a bebés menores de un año (el grupo etario con mayor riesgo de padecer virus respiratorios), como a niños más grandes que, en circunstancias normales, habrían cursado la infección mucho antes.
Pueta asegura que el arma más poderosa de la que disponemos contra los virus son las vacunas. “La vacuna contra la gripe posee una efectividad del 70%, así como la vacuna contra la covid-19, que previene la enfermedad grave”, dijo. Generalmente, la vacuna contra la influenza se recomienda para los niños menores de 2 años y adultos mayores de 65.
Aunque, “están considerando la vacunación de todos los niños hasta los cinco años, de forma que todos en edad preescolar queden protegidos”, agregó. Para el VRS no existe vacuna, aunque los laboratorios ya pusieron manos a la obra.
Nota cortesia de Don Beto satiro
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